Las piernas de José no soportaron más, y el joven cayó al suelo, respirando de manera errática, sintiendo que su corazón parecía salirse de su pecho. La experiencia de estar al borde de la muerte lo llevó a reflexionar: una pregunta emergió en su mente... ¿Por qué? ¿Por qué no lo había matado si solo le faltaba morderlo? Se preguntó qué habría ocurrido en ese instante.
- ¡D-dios! ¿Qué diablos era esa cosa...? -
- Creo que, mejor... debo salir de aquí... -
Decidido a abandonar ese lugar, comenzó a avanzar lentamente y en silencio por los pasillos, en previsión de encontrarse con alguna de aquellas criaturas.
- Vamos... Debe de haber una salida por aquí... -
No tardó mucho en encontrar lo que parecía ser una puerta. Al acercarse, comenzó a golpearla en un intento de abrirla, sin embargo, no tuvo éxito.
- ¡Sáquenme, maldita sea! ¡Saquenme! -
*Hasss* *Hisss*
Varios rugidos y gruñidos comenzaron a resonar detrás del joven. Al voltear, se percató de que varias de aquellas criaturas se acercaban, exhibiendo sus enormes garras. De sus mandíbulas, emergían unas más pequeñas y le apuntaban con las puntas de sus colas, las cuales terminaban en afiladas puntas.
- ¡No... NO, NO, NO! ¡Maldita sea! -
Intento escapar corriendo en la misma dirección por la que llegó, pero es atrapado por la cola de una de las criaturas. Éstas comienzan a adentrarse en la colmena, y el joven no puede resistirse. Cada vez que lo intenta, es golpeado contra el suelo y las paredes del lugar, lo que provoca la aparición de varias heridas debido a la fricción.
- ¡Agh! ¡Maldición! -
Las extraterrestres arrojaron al joven en medio de la colmena. José, con esfuerzo, se levantó del frío suelo y notó cómo una versión gigantesca de las extraterrestres lo observaba con expresión seria, mientras las demás mantenían una vigilante atención, dispuestas a reaccionar ante cualquier movimiento sospechoso que pudiera hacer el chico.
- ¡P-pero, ¿qué mamada es eso?! ¡D-dios! Sé que no te hablo mucho, pero por favor, hazme el favor de ayudarme! -
La imponente alienígena tomó al joven con una de sus cuatro extremidades, mientras él luchaba y trataba de liberarse. Sin embargo, un tremendo rugido de la criatura hizo que el chico se paralizara por el miedo y, además, por la clara advertencia implícita de la alienígena: si hubiera querido devorarlo, ya lo habría hecho.
- ¡Agh! ¿Qué diablos estás haciendo con mi ropa? -
La reina Alien, utilizando una de sus garras, rasgó la camisa que cubría al chico sin que este pudiera oponerse. Al observar las cortaduras y raspaduras en su cuerpo, comenzó a lamer las heridas de José con su saliva espesa. Él se quejó debido al ardor, pero fue rápidamente reprimido por la reina, quien lo obligó a permanecer en calma hasta que ella finalizara. José observó la zona donde había sido lamido y notó cómo la saliva había formado una especie de cobertura que protegía la herida.
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Atrapado en Xenomorph Prime
FanfictionJosé es un joven que, en su búsqueda por un empleo que le permitiera subsistir, encontró una excelente oportunidad en la nave espacial de investigación denominada Apoleón, donde se desempeñaba como agente de servicio de reparación ante cualquier eve...