La Emperatriz en Espiral (Naruto x Mikoto)

Capitulo 12

Patrimonio de la familia de Naruto.

"Cuando Oji-san dijo que haría que Tenzo creara un par de habitaciones más, esto no fue exactamente lo que esperaba..." murmuró Naruto para sí mismo mientras se encontraba en el comienzo de su propiedad, el sol acababa de comenzar a mostrar su luz sobre el borde de la aldea, iluminando los rostros del Hokage anterior.

Acababa de llegar con una mochila llena de pergaminos que contenían todo lo que poseía de su antiguo apartamento y estaba mirando el trabajo que Tenzo había realizado.

Lo que normalmente había sido una casa bastante grande con espacio suficiente para albergar a una familia numerosa, ahora era un edificio aún más grande, con forma de "L". Decir que Tenzo había hecho un trabajo increíble sería quedarse muy corto.

Y como si estuviera hablando del diablo, el hombre enmascarado aterrizó justo a su lado. "Espero que la casa sea de tu agrado, Naruto-san. Me aseguré de agregar dos habitaciones adicionales, junto con un baño adicional. El sótano también fue ampliado, por lo que habría más espacio para cuando los Uchiha restantes se muden contigo".

El rubio no pudo evitar la sonrisa que se dibujó en su rostro cuando se dio la vuelta para mirar a su colega ANBU y le ofreció una mano: "Se ve increíble, muchas gracias por esto. ¿Ya está todo completamente operativo?"

Tenzo se rió entre dientes, aceptó la mano y la estrechó mientras miraba hacia el edificio más grande. "Sí, todo el edificio está completamente funcional con calefacción, agua y electricidad. Hiruzen-sama movió muchos hilos para que esto funcionara, también compartiría mi gratitud con él".

"No te preocupes, lo haré, pero primero lo primero, necesito desempacar mis cosas y luego hablar con Akari y Karin antes de ir a buscar a Mikoto-basan y Sasuke al hospital", le informó Naruto al usuario de estilo madera que asintió rápidamente y usó el shunshin para abandonar el área por completo.

Naruto respiró profundamente y exhaló lentamente mientras se dirigía hacia la puerta principal. La casa de sus padres, o bueno, ahora era su casa. Siempre había sido una espina en su costado. Amaba este lugar, pero le hacía revivir una época en la que era feliz. Extrañaba a su familia, extrañaba lo que tenían y lo que podrían haber sido cuando Menma estaba a punto de nacer.

Ya no era momento de que se quedara pensando en el pasado, al contrario, lo necesitaba en el presente. El mundo que lo rodeaba parecía marchitarse y su preciada gente lo necesitaba. Y por eso, consideró que ya era suficiente. No más huidas, no más esconderse de quién era, era hora de volver a la normalidad.

Tras respirar profundamente, miró hacia la puerta principal y se dijo en voz baja: "Ya estoy en casa". Cuando abrió la puerta, lo recibió el aroma del desayuno recién hecho. Casi lo hizo correr hacia la cocina, debido a la sensación de déjà vu. La última vez que había entrado en esa habitación y había olido el desayuno fue cuando era pequeño.

Antes de que pudiera siquiera quitarse las sandalias en el pasillo, sus ojos se encontraron con los de una Akari de aspecto muy solemne. Naruto tenía sus teorías sobre lo que sucedería a continuación: o sería la reprimenda de su vida o tal vez una sartén voladora en la cara. Sin embargo, lo que realmente sucedió lo sorprendió hasta lo más profundo.

Akari se acercó lentamente a él, con los brazos estirados justo antes de alcanzarlo, y lo envolvió en un suave y cálido abrazo. Esto no lo esperaba. Las emociones que se acumulaban en su interior amenazaban con desbordarse por sus ojos, pero se contuvo. Levantó los brazos con vacilación y le devolvió el abrazo. Aún no estaba seguro de por qué lo merecía, pero la sensación y el sentimiento de ser abrazado fueron recibidos con profunda gratitud.