Pasaron un par de horas, todos se prepararon para la llegada de los nuevos chicos provenientes de la isla, todos se sentían ligeramente nerviosos, especialmente Benjamín, así que Annette decidió acercarse.
-Tranquilo, todo va a salir bien- comentó la castaña.
-Lo sé, solo estoy algo nervioso por cómo serán, espero no estar tomando una mala decisión que después afecte a todo Auradon- respondió el chico.
-Estoy segura que esta será la mejor decisión que pudiste tomar, esos chicos merecen una segunda oportunidad a pesar de no que hicieron sus padres, ¿no?- cuestionó la chica, algo dentro de ella la hacía creer que todo estaría bien.
-Por supuesto, ellos no son culpables de los crímenes que cometieron sus padres y estoy seguro que lo van a demostrar- continuó Ben.
Annette le dio una pequeña sonrisa y justo en ese momento alcanzaron a ver la limosina que traería a los chicos, empezaron a tocar una canción de bienvenida y la limosina se estacionó justo enfrente de él hada madrina la cual, como siempre, contaba con una gran sonrisa en su cara.
La puerta de la limosona se abrió y primero salieron dos chicos, uno con cabello blanco y negro el cual estaba en el piso y en otro con un cabello castaño ligeramente largo, parecía que estaban peleando, así que todos se quedaron mirando confundidos.
—Tienes todo lo demás, ¿por qué quieres esto que no sé qué es?- dijo el chico con cabello blanco.
-Porque tú lo quieres-respondió su amigo y Annette soltó una leve risa, le recordó a cuando Evangeline y Edmund peleaban.
Momentos después salieron las dos chicas, una con cabello morado corto y la otro con cabello azul y largo, la chica de morado intervino para calmar a sus amigos -Chicos, tenemos pubico- dijo al ver al hada madrina.
-Solo limpiábamos- contestó el castaño y ayudo a su amigo a levantarse.
Su amigo se levantó y Annette pudo verlo, se le hacía bastante familiar, como si lo hubiera visto alguna ves en un sueño. A demás a penas lo vio este estaba cubierto te chocolate, lo cual se levantó hizo bastante tierno, pues ella también adoraba el chocolate.
-Déjenlo como estaba- habló el hada madrina -Y me refiero a que lo dejen, de verdad- los chicos devolvieron todo a la limosina.
-Hola bonita, mi nombre es Jay- el castaño se acercó a Audrey y está solo rio levemente, mientras ya era bastante claro que Annette trataba de no reír cuando vio la cara de la chica.
-Bienvenodos a la preparatoria- intervino el hada madrina -Soy el hada madrina, la directora-
-¿Es el hada madrina?, ¿La del bidibi badibi bu?- comentó la chica de cabello morado.
-Bibidi Babidi, tú lo dijiste- respondió el hada con una sonrisa.
-Simpre tuve curiosidad de qué habrá pensado cenicienta cuando apareciste como si nada con esa varita brillante y una sonrisa.. y esa varita brillante- habló la chica
-Eso fue hace mucho tiempo atrás, es lo que siempre digo, concéntrate en el pasado y te perderás el futuro- dijo la directora.
-Es un gusto al fin conocerlos, soy Ben- intervino Benjamín.
-Príncipe Benjamín, será nuestro rey- interrumpió Audrey.
La chica de cabello azul será acercó -Adoro a los príncipes, mi madre es una reina, lo cual me convierte en princesa.-
-La reina malvada no tiene ningún título aquí, igual que tú- comentó Audrey y la otra chica solamente pareció incomoda.
-Ella es Audrey- comentó Ben
-Princesa Audrey, su novia, ¿cierto Benibu?- una vez más interrumpió.
-Si eso, yo soy Annette y antes de que Audrey se meta, también soy princesa- por fin comentó la castaña mientras Audrey la miro con una mirada bastante fría.
-Ben, Audrey y Annette les enseñarán las instalaciones- intervino el hada madrina y separó las manos de los chicos -¡Nunca se cierran las puertas de la sabiduría!, pero la biblioteca abre de ocho a once, y como saben soy exigente con el horario- todos sonrieron y el hada madrina se retiró junto a todos los demás.
Benjamín se acercó con una sonrisa -Es un gusto finalmente conocerlos chicos- Jay le dio un pequeño golpe así que este se acercó a la chica de cabello morado a la cual la miro durante unos segundos -Está es una memorable ocasión que espero que quede en la historia, ¡el día en que nuestros pueblos se unieron- continuó.
-O el día en que los cuatro al fin supimos donde estaban los baños- comentó la chica de cabello morado.
-¿Estuve un poco formal?- le preguntó el castaño.
-Si, un poco bastante- respondió esta.
-Bueno, arruine mi primera impresión- ambos se miraron, algo que al parecer molestó a Audrey.
-Hey, la hija de Maléfica, ¿cierto?, sabes, no te culpo porque tu mamá quiso matar a mis padres- volvió a meterse Audrey -Oh, mi mamá es Aurora, la bella-
-Durmiente, si escuché sobre ella- le respondió la hija de Maléfica -Sabes que, yo tampoco quiero culpar a tus abuelos porque invitaron a gente de todo el mundo, pero a mi mamá no, a esa fiesta tan tonta-
-Pasado pisado- respondió Audrey
-Seguro- ambas rieron sarcásticamente y era imposible no sentir la tensión.
-Bueno, tal vez sea una buena idea comenzar con el recorrido- intervino Annette tratando de romper la tensión que se había creado -La preparatoria, creada hace 300 años y luego convertida en secundaria por la bestia cuando se asumió como rey-
Caminaron un poco hasta llegar a la estatua del rey, la cual cambió de forma cuando Ben dio dos aplausos, lo cual asustó a Carlos e hizo que este saltara a los brazos de Jay.
-Carlos, tranquilo, mi padre quería que su estatua se transformara solo para recordarnos que todo es posible- dijo Ben.
-¿Se le cae el pelo?- cuestionó Mal.
-Tiene prohibido subir al sillón- contestó el castaño con una leve sonrisa.
Todos continuaron caminando hasta entrar a la preparatoria -¿Y tiene mucha magia aquí en Auradon?, o sea varitas y eso- habló Mal.
-Si existe, por supuesto, pero actualmente no se usa, la mayoría de nosotros somos simples mortales- respondió Benjamin.
-Claro, solo simples príncipes y princesas- continuó la chica.
-Es cierto, nuestra sangre real se remonta a siglos- dijo Audrey.
Justo en ese momento iba pasando Dug, así que Annette decidió hablarle para evitar el posible drama que ocasionaría Audrey -Dug, ven aquí- este se acercó -El es Dug, los ayudará con sus horarios y les mostrará sus dormitorios-
-Los veré luego, ¿okey?- continuó el príncipe Ben -Y si hay algo que necesitan pueden pedirnos-
-Traer a Dug- interrumpió la hija de la bella durmiente, una vez más soltó una falsa risa y se fue con Benjamin.
Los chicos miraron a Annette y Dug -Bueno, yo tengo algunas cosas que hacer, espero que les vaya bien- dijo Ann con una sonrisa y se retiró ya que necesitaba arreglar unas cosas para la coronación de Ben.
