La liga de los enamorados [Lawlu]

01. "El peso de la memoria"

Si Trafalgar D. Water Law pudiera elegir una palabra para describirse así mismo sin duda alguna diría que era "único". O al menos esa fue su respuesta por bastantes años hasta que cumplió veinticuatro años.

El planeta Aunthia era tranquilo, los humanos vivían en una balanza de armonía y caos, la vegetación faltaba en lugares y abundaba en otros, no era perfecto pero se mantenía aún, la tecnología era avanzada pero no lo suficiente como para crear autos voladores o máquinas para teletransportarse de un lugar a otro. O al menos no por el momento, parecía que ya estaban trabajando en eso.

Pero law no había nacido precisamente en un país tranquilo, cuando apenas tenía cuatro años logró ver lo que la guerra puede crear en las personas, los instintos de supervivencia salieron a flote para todos y los instintos más bajos saltaron como un resorte para sobrevivir; no vio ni una, ni dos ni mucho menos tres muertes frente a sus ojos, sino que vio sientas, incluso él estuvo al borde de la muerte en una ocasión a causa de una bomba, fue afortunado de correr unos pasos más porque sino su cuerpo hubiera sido cubierto por escombros o peor aún, hubiera explotado o sido quemado junto al resto.

Sus padres murieron en ese mismo ataque por lo tanto tuvo que recurrir a la basura para contener el hambre, el dolor estomacal era tan común que ya era como una diminuta picada de hormiga. Después de eso todo se complicó más, las cosas empeoraron y la guerra no parecía tener fin, otra vez casi muere a manos de unos tipos con armas pero se vio a la sorpresa de que entre su llanto y desesperación los tipos salieron volando, quedó confundido en ese entonces tanto que las lágrimas se le secaron a los segundos admirando a los soldados muertos en el suelo.

Tiempo después se dio cuenta que no había sido una coincidencia.

No recordaba nada extraordinarios de sus padres, ellos no eran únicos ni tenían ojos de colores llamativos con los que la gente pudiera decir "oh, eres diferente a todos" sus padres eran normales a lo que recordaba, incluso llegó a pensar que esas personas no eran sus padres, no fueron malos con él pero se preguntaba si en realidad esa mujer amable de cabellos castaños era o no su madre, igual si no lo fuera no le importaría, ella había sido la única que lo crió hasta que ya no pudo más. Pero ¿por qué alguien dudaría de su origen? Law no le veía el caso a la duda de otros, si tuviste el suficiente amor por parte de esas personas entonces no tiene caso dudar y buscar a tu verdadera sangre, pero law tenía otros motivos especiales.

Y eran sus poderes.

Los mismos que le salvaron en esa guerra junto a un hombre más que ahora llamaba padre.

Después del incidente con los soldados huyó de ahí lo más rápido posible, estuvo noches corriendo sin algún rumbo fijo hasta que por desgracia llegó a una base militar, ellos creían que era un espía, ya se habían registrado varios casos donde niños eran asignados a llevar y traer información y los militares no se podrían arriesgar a tener un clavo suelto.

— Pero es solo un niño. — Una mujer embarazada se había lanzado enseguida a protegerlo cuando varios hombres alzaron sus armas dispuestos a acabar con su vida.

— Usted no se meta. — La firme voz del militar de piel oscura logró que tanto la mujer como law temblaran.— Que sea la mujer del general no quitara el hecho de que esto se considere traición, debe quitarse si no quiere morir con el mocoso.

La mujer de cabellos largos y oscuros no se apartó, lo protegió en todo instante con su cuerpo. Eso no quitó que el sonido del gatillo siendo apretado se escuchara seguido de un disparo, el pequeño law cerró los ojos creyendo que era el fin pero entonces un cuerpo se colo entre ellos, un hombre rubio recibió el disparo llevándose una severa herida en el hombro, aquel hombre que parecía un gigante para law no dudó en disparar al otro militar y al resto para no dejar testigos de nada, destruyó cámaras y muchas más cosas que no sabía para que servían, tomó unas llaves y les ayudó a escapar.