La liga de los enamorados [Lawlu]

03. "Un héroe en la sombra"

Los ataques en la ciudad eran mucho peores y más continuos esos días, tanto que law llegó a la única opción que le quedaba y era tener que contratar personal para que atendiera la clínica mientras él estaba defendiendo la ciudad de los ataques de pica, era un tipo demasiado fuerte que incluso llegó a herir a su compañera bonney, sin una más en el equipo era complicado manejar las cosas pero no imposible. Otro problema era el corazón que aún tenía guardado en casa, había ido más de una vez al gran edificio donde se encontró con ese tipo por primera vez pero nunca logró encontrarlo, ni siquiera se asomó esos días en los videos virales que la gente subía últimamente hablando sobre “el chico de las sombras”.

El corazón estaba guardado en su pequeño laboratorio en casa dentro de una caja hecha del cristal más resistente que existía siendo custodiado por penguin, un gran amigo que hizo en el pasado después de la guerra, él era uno de los únicos que sabía de su identidad y era de gran ayuda en casa. Dragon, Ivan y kuma no estuvieron tan al pendiente de ellos esos días por estar en busca de más supers para la organización, los que estaban al mando eran dos chicos menores que él, ace y sabo, no sabían mucho sobre ellos dos pero eran otros superiores que controlaban cosas entre las sombras. Los dos chicos se presentaron y los vieron en combate tan solo unas dos veces llegando a la conclusión de que necesitaban mucho, mucho, mucho más entrenamiento y cuando decían mucho era realmente demasiado, estuvieron días entrenando sin descanso hasta que sus huesos dolieron, su piel se rompió por caídas y hasta que sus trajes estuvieron desgastados, gracias a eso vegapunk metió la idea de nuevos trajes, ahora estaban en espera de ellos.

Law caminaba por los pasillos subterráneos donde se encontraba el gran laboratorio del anciano vegapunk, en sus manos llevaba un pequeño aparato que el mismo viejo creó para que pudieran comunicarse todos los superhéroes entre ellos, en el aparato pegado a su mano se mostraban los textos que compartían a través de su voz, hablaban de que el enmascarado extraño apareció el día anterior en un robo de banco atrapando a los ladrones en menos de dos segundos, sorprendente.

— ¡Esto es muy divertido! — Apagó el aparato cuando entró por la puerta corrediza quedándose quieto al mirar como un chico flotaba por los aires de la habitación.

— ¡Baja de ahí luffy, dijiste que sería solo un intento, el viejo me va a regañar si ve que te ofrecí usar su invento! — Un chico de nariz larga estaba que sudaba de los nervios persiguiendo al otro chico de traje rojo por toda la habitación, el de sombrero de paja solo reía haciendo carreras para no ser atrapado.

— Ni lo intentes, usopp. — Franky, el ayudante de vegapunk habló, estaba concentrado en un holograma que simulaba una pantalla, unía códigos y pequeños dibujos flotantes. — vegapunk nunca regañara a luffy.

El chico llamado luffy dio varias vueltas por los aires hasta que el sonido de motores siendo apagados llamó la atención de todos los presentes, todos miraron hacia los pies del chico, traía unas botas de color rojo que parecían estar hechas con algún metal extraño, detrás de ellas salía humo y el menor solo movia las manos en el aire con desesperación como si eso le ayudara a volar como un pájaro. El motor de las botas tardó unos cinco segundos en apagarse mandando a luffy volar lejos sin control, justo en donde se encontraba law con su taza de café, no pudo alejarse cuando el impacto del golpe los mando volando a ambos hasta chocar contra la puerta; el sonido de las botas finalmente cesó y tanto Franky como usopp corrieron a ayudarles.

— ¿Están bien? — Usopp fue el primero en llegar, pero en lugar de ayudarles se apresuró en quitarle las botas a luffy y abrazarlas. — Que alivió que estén bien.

— Tiene algunos fallos aún, deja que les de unos arreglos. — Law alzó una ceja ante la falta de atención, él era el herido ¿que importaban esas estúpidas botas?