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Él nunca había pensado en el amor romántico, aunque claro, tenía un concepto de lo que muchas personas a lo largo de su vida habían dicho que era este, sin embargo nunca fue un pensamiento principal, no fue algo que fuera de importancia en su vida o algo que considerará indispensable.
Nunca activamente había buscado a alguien a quien amar como era el caso del cocinero, o como eran todas las personas con las que en algún momento se ha encontrado, así que simplemente nunca llegó a comprender que era.
Tenía conocimiento del amor fraternal, el amor en la amistad, el amor hacia una cosa material pero el amor romántico era un tema distinto, totalmente un lugar desconocido junto con la atracción física.
Nunca sintió lo que siempre describieron las personas, nunca sintió la necesidad de estar con alguien y no se encontró buscando compañía o algo más cercano como lo es el sexo.
Siempre tuvo otras prioridades en su vida, alcanzar a Kuina, luchar por el sueño de él y ella, sobrevivir, buscar que comer; tal vez por eso se volvió tan ajeno al deseo y añoranza de una persona o tal vez él nunca estuvo destinado a ello.
No lo sabe y no le importa.
O eso fue hasta que conoció a Luffy, Luffy fue todo y nada de lo que había pensado.
Con Luffy fue tan fácil y complicado todo. El contacto físico que siempre esquivo, las palabras que salían naturales, la necesidad de tenerlo cerca para mantenerlo a salvó a pesar de que sabía que lo supera en fuerza, la simple necesidad de tener todo de él y dar lo mismo a cambio.
Pero acompañado de eso lo complicado se duplica, no entendía lo contradictorio y complicado que eran sus sentimientos, en ocasiones el cariño y la añoranza se desbordaba pero luego venían los celos y la posesividad, algo que nunca había sentido.
Fue de alguna forma como si siempre lo hubiese esperado, como algo que con el tiempo iba a suceder, sin embargo no tenía un nombre adecuado que ponerle, no tenía punto de partida ni un concepto que lo convenciera totalmente.
Él sabía que eran amigos, eran compañeros, capitán y primer oficial, pero todos esos nombres se sentían incorrectos y a la vez tan correctos que sentía que todo se contradecía.
En algún momento, tal vez al inicio, llegó a pensar que eso se trataba simplemente de admiración y lealtad porque sí, siempre había admirado la voluntad, la fuerza y la aspiración de Luffy, con un sueño tan grande como el suyo y con una confianza igual de grande.
Él fue una de las primeras personas que creyó en él, que no vio su sueño como algo imposible y tal vez llegó en el momento adecuado cuando estaba más solo, cuando sus pensamientos esos que constantemente lo molestan aparecieron con más fuerza, cuando estaba a punto de morir.
Y es que a veces sin querer se encontraba orbitando a su alrededor, buscaba zonas en dónde podría verlo o escucharlo, sentía la necesidad de estar a su lado en caso de que cayera al mar y nadie actuará rápido.
Su mirada y pensamientos siempre estaban constantemente vagando a Luffy, disfrutando de su voz y su sonrisa, disfrutando de su compañía y de la paz que venía acompañado con el.
En su mente nunca pensó que lo adecuado era llamar a lo que sentía amor, no lo sabía.
Estando sentado cerca del mástil vio a Nami acercarse en su periferia, sin embargo sus ojos nunca abandonaron la silueta de Luffy corriendo tras Ussop y Chopper.
"No sé porque no se lo has dicho". Las palabras de Nami casi susurrando se escucharon solo dirigidas para él.
Sin comprender el significado verdadero de sus palabras la volteo a verla con una ceja levantada.
"¿Decir? No entiendo lo que estás diciendo".
"No lo sabes o no lo quieres admitir. Sabes, cualquiera con dos ojos es consciente de cómo lo ves, aunque he de admitir que no se a parte de Robin si alguien más lo ha notado. Todos son tan idiotas".
"Creo que estás confundida". En ese momento la risa de Luffy resonó, su tan característica risa y sus ojos sin perder tiempo lo buscaron apartando los ojos de Nami sin vacilación.
"Solo dile que te gusta, estoy cansada de verte suspirando desde la distancia todos los días". Su mirada volvió a ella que lo miraba con una sonrisa pequeña, de esas que pocas veces se ven calidez de su parte.
"Luffy no me gusta". Fue la respuesta instantánea que salieron de sus labios sin titubear.
"O tal vez simplemente no lo quieres admitir, si tienes miedo lo comprendo es muy difícil admitir ese tipo de cosas, ya sabes así me pasó con Vivi pero tu tienes la oportunidad de estar con él y la estás desperdiciando". La mirada de Nami se volvió hacia Luffy mientras algo nostálgico se veía en sus ojos.
Después de todo él ya había notado la forma en que Nami vio a Vivi todo el camino a Arabasta, era difícil no ver el anhelo de ambas y las lágrimas que salieron de su parte al despedirse, en donde no solo había un adiós por parte de dos amigas, no, había algo más y ahora comprende que fue.
No dió contestación y simplemente se quedó mirando con su característica mirada sería, no tenía palabras que decir.
"O tal vez no te has dado cuenta, a veces el amor es así de complicado". Nami lo volvió a ver pero ahora con una pequeña sonrisa. "Aunque pensé que tu ya lo sabrías, eso de ser despistado va más a alguien como lo es Luffy".
Sus palabras resonaron en su cabeza, hicieron eco en cada espacio de su mente, como una declaración que siempre estuvo ahí y nunca noto.
Amor.
Una palabra a la cual es tan ajeno, sin embargo sonaba bien pensar en Luffy acompañado con ese sentir. Se sentía correcto.
"No entiendo que es el amor, ni siquiera llegué a pensar que esto podría ser amor". Apenas salió de su boca se volteó para volver a ver a Luffy. "Nunca había sentido algo así, es abrumador. A decir verdad ¿Cómo sé en verdad que esto que siento es amor?". Un suspiro salió de su boca mientras pasaba una mano por su cabello y cerraba los ojos para voltear a ver el cielo.
"No tengo una definición del amor, es algo que simplemente sabes". Respondió Nami después de unos segundos. "Un día simplemente te levantas y sabes que amas a alguien, que si la otra persona sufre tú sufrirás, sientes la necesidad de protegerla aunque sepas que no lo necesita, aunque a veces es más banal como darle un poco de tu comida, permitirle cosas que por lo regular no dejarías a otras personas, querer compartir con ella algo que te gusta o sentir una conexión distinta a las otras personas". Un suspiro salió de ellas mientras lo miraba. "Aunque no me hagas mucho caso".
El silencio se hizo presente por unos minutos mientras solo se quedaba Zoro analizando lo que había dicho Nami.
"¿Qué hago si me rechaza y si las cosas se vuelven incómodas o qué tal y me echa de la tripulación?". Rompió el silencio mientras su ceño se frunció al pensar en ello, aunque él sabía lo poco probable que sucediera eso. Sin embargo, en su mente siempre había una voz que le repetía que eso iba a suceder y le era imposible no sentir miedo.
"No creo que lo haga, es Luffy, él nunca echaría a nadie y mucho menos haría las cosas incómodas. Tú lo conoces mejor que yo". Dijo mientras se paraba. "Solo piénsalo, no es obligatorio que lo hagas si no lo quieres, pero sabes tu tienes oportunidad de estar con él y eso ya vale el riesgo".
"Lo pensaré". Fue su respuesta mientras veía a Nami alejarse con pasos tranquilos a la cocina.
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Tienes poder sobre mí || Zolu
FanfictionÉl nunca creyó en dioses, siempre repudió la idea de rendir culto a un ser desconocido, odio pensar que su vida y existencia girará en torno a complacer a un ser superior. Pero conoció a Luffy, su capitán, su sol, la única persona a la que seguirá c...