9. ¿Que es lo que sigue ahora?

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La oscuridad lo envolvía de nuevo, una niebla espesa que parecía sofocarlo mientras corría a toda velocidad

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La oscuridad lo envolvía de nuevo, una niebla espesa que parecía sofocarlo mientras corría a toda velocidad. Podía escuchar el sonido de las explosiones resonando en sus manos, el viento cortándole la cara, pero todo era demasiado lento, como si estuviera corriendo en el agua.

Izuku estaba allí, en el borde, más frágil que nunca, con esa misma mirada vacía que había visto aquel día. Katsuki gritó, pero Izuku no reaccionó. El tiempo se estaba agotando.

Con un rugido, el cenizo se lanzó hacia él. Pero, justo cuando estaba a punto de sujetar a el peliverde, algo lo detuvo en seco. El frío de la muerte lo envolvía, haciendo que todo se desvaneciera ante él.

Y luego, el suelo. No pudo alcanzarlo. No pudo salvarlo.

Izuku cayó. El sonido sordo de su cuerpo impactando contra el pavimento resonó en su mente, como si mil explosiones estallaran al mismo tiempo. Katsuki, aterrizando demasiado tarde, sintió que el aire abandonaba sus pulmones. Su corazón se encogió, mientras su mirada desesperada buscaba a Izuku entre la niebla, pero no encontró nada más que el vacío.

Un vacío insoportable. Un abismo que le devoraba desde el pecho.

La culpa era un peso sobre sus hombros, mucho más pesado que nunca. Esta vez, no había salvación, no había redención. Su amigo estaba muerto y todo era por su culpa...

—¡NO!

Katsuki se despertó de golpe, con un jadeo entrecortado que apenas lograba controlar. El sudor frío cubría su cuerpo, empapando las sábanas y su cabello desordenado. Sus ojos estaban muy abiertos, pero su mente seguía atrapada en el sueño, en esa escena que se repetía una y otra vez.

Su corazón martillaba en su pecho, como si quisiera salir de su cuerpo, y cada respiración era una lucha para calmar el terror que seguía pegado a su piel. Había sido solo un sueño, lo sabía, pero la sensación de haber fallado lo perseguía.

Se levantó con dificultad, todavía respirando pesadamente. Había pasado ya una semana desde el incidente con izuku. Y hasta ahora las pesadillas no habían cesado en lo absoluto.

Esa tarde, después de que bakugo se disculpara. Ninguno de los dos sabía cómo continuar, pero antes de que pudieran decir más, los paramédicos intervinieron. Izuku, todavía en estado de shock, fue llevado de inmediato al hospital. A su alrededor, los héroes y el personal de emergencia comenzaron a dispersarse mientras la lluvia, que había caído con intensidad, comenzaba a amainar.

Katsuki había observado en silencio cómo lo subían a la ambulancia, sus puños apretados mientras el vehículo se alejaba. No se le permitió acompañarlo. A pesar de sus súplicas, los héroes le insistieron en que debía ir a casa y descansar, que Izuku estaría bien. 

"Ya no está en peligro inmediato"


Le dijo uno de los héroes, tratando de tranquilizarlo, pero esas palabras apenas le llegaron.

The Gost. [Bakudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora