En las siguientes clases, May se encargó de darle una lección a Osomatsu. Desde mojar sus cuadernos, romper algunos lápices, tomar su dinero de regreso, entre otras acciones menos gratas. No obstante, su víctima era Ichimatsu.
Un día en particular ella se había encargado de hacer su broma estrella, lo mejor de lo mejor, tomo el maletín de Ichimatsu, sacó sus pertenencias, lo volteó, cerró, envolvió en cinta adhesiva y encadenó a la mesa. Sí, quedó bonito, incluso le tomo una foto del recuerdo.
Sorprendentemente, El solo se resignaba a eso, era agotador tener que lidiar con una chica enojada y más cuando no sabía el porque de su enojo.—¿May?— Ichimatsu se acercó a ella, con una bandera blanca en mano como símbolo de paz.
Ella lo vio de reojo e ignoró. No cedería a nada con ese tipo, de solo verlo a lo lejos le provocaba reacciones violentas. Afortunadamente, el profesor la cambio de asiento siendo ahora su compañera de mesa la delegada de la clase. No hablaba mucho, pero era mejor que el idiota de Osomatsu.
Los días pasaron, el ataque de May hacia Ichimatsu se convirtió en uno ligeramente cruel. May sonreía cada vez que “Osomatsu “ se veía angustiado por lo sucedido. Ella celebraba bebiendo soda y comiendo galletas. Y el día menos esperado, fue citada a la oficina de profesores por segunda vez. May entró en ella, encontrándose a Ichimatsu, quien estaba empapado. El la mira de reojo, ella se cruza de brazos y evita mirarlo. Sabe que tiene que aprovechar esta oportunidad para tratar de aclarar las cosas.
—Quisiera no informar sobre ese suceso al director— dijo el profesor de biología—. Los dejaré a solas para que conversen, tienen diez minutos y yo intervendré después de ese tiempo.
May abrió y cerró la boca, arrepentida. El profesor salió de la oficina, dejándolos solos.
—Ichimatsu Matsuno— dijo el chico, a quien May se encargó de mostrar cómo era el infierno—. ¿Puedo saber el motivo de tu odio hacia mí?...
—Sí... Cómo no, "Ichimatsu Matsuno" — repitió en tono burlón — claro que sí... Cómo si no te conociera a ti y tus bromas pesadas, Osomatsu.
Ichimatsu se queda perplejo al escuchar las palabras de May. ¿Osomatsu? ¿Una broma pesada? Ahora entiende un poco mejor el rechazo constante. Ella no dio ninguna explicación, en respuesta Ichimatsu suspiró.
—¿Osomatsu? Pero... yo no soy Osomatsu, soy Ichimatsu. ¿De verdad me confundes con mi hermano? —Dice Ichimatsu, tratando de mantener la calma, aunque por dentro se siente un poco herido.
El se acerca lentamente a May, levantando las manos en señal de rendición. No quiere que ella siga huyendo de él.
—Escucha, May, sé que tal vez te haya hecho algo mi hermano, pero yo no tengo nada que ver con eso. Yo sólo quiero ser tu amigo y ayudarte con el trabajo. ¿Podrías darme una oportunidad? —Suplica Ichimatsu, mirándola con ojos arrepentidos — el cambio de apariencia de ambos fue... una apuesta tonta — explicó apartando la mirada.
Suspira profundamente y se atreve a acercarse más a ella. Sabe que tiene que ser paciente y ganarse su confianza poco a poco. Pero le duele ver cómo May lo confunde con su hermano y lo rechaza por algo que él no hizo.
—Por favor, May... Dame una oportunidad de demostrarte que soy diferente a Osomatsu. Quiero conocerte mejor. —Dice Ichimatsu, esbozando una sonrisa tímida.
May parece relajar su rostro, Ichimatsu lucia arrepentido, incluso ella se siente internamente conmovida, ¿De verdad quiere conocerla?... Nadie se había dado el tiempo de decirle eso y una sensación cálida en el pecho empezaba a aparecer en ella.
—¿Eh?... ¿Ichimatsu? ¡¿Es mentira, cierto?!— May no caería dos veces en la trampa de ese demonio.
Él no consideraba a May una chica agradable, pero ella había demostrado fiereza para protegerse. En parte, comprendió su actuar. Desde hace semanas, la veía a escondidas. Ella se aislaba de las personas y pasaba el tiempo estudiando, además de mostrar una sonrisa para que los demás no tuviesen motivos para burlarse de ella. May no sobresalía y la mayoría la trataba como si fuese una decoración más.
—Es mentira—susurró May—. Tú no…
Ichimatsu extendió su mano, como aquella vez que ofreció su amistad. May retrocedió por instinto.
—Seremos compañeros de estudio en biología. No deberíamos comportarnos como enemigos.
May miro con desconfianza al chico y después la mano de Ichimatsu, sentía su rostro arder ligeramente pero ante la propuesta de tener al menos un amigo frente suyo, tras unos segundos de pensarlo la estrechó.
El profesor entró cuando los diez minutos se cumplieron. Reprendió a May por su mal comportamiento, pero no envió ningún reporte a dirección por petición de Ichimatsu.
—Escribirán un resumen de cada tema de biología, además de prepararse para los exámenes de mi curso. El resumen lo entregarán en dos semanas.
May e Ichimatsu salieron de la oficina del profesor en silencio.
—Yo…— May tomó una bocanada de aire — ¡Realmente lo siento! — Exclamó haciendo una reverencia enfrente de el, totalmente arrepentida por su comportamiento.
May suspiro levemente aliviada, asumiendo que Ichimatsu estaría conforme con esa disculpa. Ella regresó al salón, aún incomoda por lo sucedido, pero internamente contenta de que al menos haya terminado ese episodio de su vida escolar.
Estaba dispuesta a compensar los malos momentos. ¿Qué podría ofrecer una chica con sus capacidades y limitaciones?...
Estuvo horas enteras dándole vueltas al asunto mientras los profesores explicaban, rallando su libreta personal en busca de ideas, hasta que se le ocurrió algo. Sí, ¡Era perfecto! Ofrecería sus grandiosas habilidades culinarias para prepararle el almuerzo, mientras estudian en la biblioteca.
De solo pensarlo ella no pudo evitar sonreír de la emoción, sabía que a él le encantaría.No obstante, por dentro quería golpear a Osomatsu hasta dejarlo inconsciente, aunque de alguna forma, gracias a el tenía la oportunidad de acercarse de una mejor manera a Ichimatsu, tal vez la situación en si no era tan mala... Aunque, claro... Ella no notó el cambio de ambos, y la actuación de Osomatsu fingiendo ser Ichimatsu fue estupenda, que la engañó por completo.