-El hechizo de tu desprecio- [Fpe Edward X Engel]

"Silencios cargados" -capitulo 6-

*El día parecía alargarse sin fin, y aunque Engel intentaba centrarse en las actividades del grupo, su mente siempre regresaba al mismo punto: el pasillo. Cada vez que veía a Edward, la confusión lo invadía, y su respiración se volvía pesada, como si todo a su alrededor se volviera más difícil de manejar. ¿Cómo podía comportarse como si nada hubiera pasado?*

*Se apartó un poco de su grupo de amigos, buscando un rincón donde pudiera estar solo unos minutos. Quería escapar de la vigilancia de Claire,bubble, Lana y Abbie, quienes sin duda no tardarían en preguntarle qué ocurría.*

*Apoyó la espalda contra la pared de un pasillo solitario y cerró los ojos. El aire fresco le ayudaba, pero solo un poco. Intentaba convencerse de que era solo nerviosismo, de que todo esto era parte de lo que sentía después de un reto tan vergonzoso. Pero había algo más, algo que no podía identificar.*

(Engel: "¿Por qué me afecta tanto? Edward estaba tan tranquilo... ¿Y yo?")

*De repente, escuchó pasos acercándose y abrió los ojos rápidamente. Era Abbie, con su mirada tímida, pero claramente preocupado.*

Abbie—"¿Estás bien, Engel? Te ves... diferente hoy."

*Engel le sonrió de forma forzada, intentando parecer despreocupado.*

Engel—"Sí, solo... pensaba en el reto. Fue algo tonto, pero me dejó agotado."

*Abbie asintió lentamente, pero su mirada no se suavizaba. Sabía que su amigo lo conocía demasiado bien para creer en esa excusa tan simple. Abbie rara vez se atrevía a decir algo directo, pero había una honestidad en sus ojos que Engel no podía ignorar.*

Abbie—"Sé que algo te está molestando. Si necesitas hablar... ya sabes que siempre estoy aquí."

*Engel apretó los labios, sintiendo el calor subir a sus mejillas. No sabía cómo explicarle a Abbie lo que realmente pasaba, porque ni él mismo lo entendía.*

Engel—"Gracias, Abbie. Estoy bien, de verdad. Solo necesito un poco de tiempo para aclarar mi cabeza."

*Abbie asintió, aunque parecía no estar convencido del todo. Sin embargo, decidió no insistir. En su lugar, le dio una palmadita en el hombro antes de regresar con el grupo, dejándolo solo una vez más.*

*Engel suspiró profundamente, intentando ordenar sus pensamientos. Todo el día había sido una maraña de emociones que no podía desatar, y la única constante era Edward. Desde ese maldito reto, su presencia parecía ser lo único que podía perturbarlo de esa manera.*

*De vuelta en clase, Engel intentaba concentrarse en las ecuaciones que Miss Circle escribía en la pizarra, pero su mente se negaba a colaborar. Las palabras de Edward, su mirada, la distancia en su tono... Todo lo hacía sentir como si estuviera fuera de lugar. Quería dejar de pensar en eso, pero cada vez que sus ojos vagaban hacia donde estaba Edward, su cuerpo reaccionaba antes que su mente. Era como si una fuerza invisible lo estuviera empujando a pensar más de la cuenta.*