4. Las tres grandes misiones

18 5 4
                                    

.

.

.

.

.

.

.

.

POV BELL

.

.

.

Esto era un mierda, parece que una reunión se llevaba a cabo, si no fuera así, no estaría siendo escoltado por una peli azul, ¿ cuál era su nombre ? Shakti ?

En realidad no habíamos hablado, ella me observaba de reojo y yo la observaba con una mueca, aunque en realidad sentía curiosidad, además sus pechos eran generosos...

- Ya casi llegamos - ella habló por primera vez, así que supuse que ese fue un permiso para hablar de igual forma -

- A donde carajos vamos ? - ella no me miro, no se detuvo y lo más importante no contestó -

Ahora estaba frustrado, el silencio me jodia bastante mas de lo que me hubiese gustado, por lo que le sacaba la lengua en un intento por hacerla hablar

Caminamos por un par de minutos, esa cabrona no me contesto, y yo que había sido amable

!!!

Me detuve abruptamente, me sentía observado, carajo, una cantidad absurda de miradas de rodeaban, viendo mi propia alma 

Como un ser todo poderoso viendo a un simple insecto

- No te detengas niño - eh ? centre mi atención en aquella peliazul nuevamente, leves gotas de sudor en mi rostro -

Shakti me señaló a entrar con un gesto molesto, pero eso no podía importarme menos

 ¿Que era esta sensación? 

Mire mis manos encadenadas, mi andar era lento

¿ Tenía miedo ?

No pude seguir pensando por que la cabrona peliazul me empujó para entrar con una patada

 Y no podía hacer nada, si hacía un movimiento brusco los bloques de concreto caerían al suelo rompiéndome lo que supuse que sería mi columna

- Bell Cranel - una fuerte voz resonó por el área pero antes de poder identificarla cerré mis ojos con fuerza puesto que una fuerte luz me alumbró - 

Bienvenido a tu juicio  - Un vejete con una barba blanca me miraba con escepticismo, y eso último... mierda eso no sonaba bien -

Estaba en la parte mas baja, como en un pequeño coliseo, en los asientos a mi alrededor varios dioses, entre los que ví a un angustiado miach

La tensión era palpable, sabía que debía huir, la simple mención de un juicio era lo suficientemente alarmante 

Pero carajo

Verlos a todos reunidos por mi culpa

Verlos a todos reunidos por mi culpa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El conejo con motosierrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora