Capítulo 4: Una maleta por hacer.

4 1 0
                                    


La luz de la lámpara alumbra las hojas del señor D'Santi mientras lee los relatos de Hemingway. La campanilla de la puerta de entrada suena, el señor nota que es Derek quien es su espalda lleva a Mikael dormido y en su pecho una mochila. D'Santi se acerca, mira al muchacho denotando empatía, luego comenta.

—¿Qué sucedió?

—Lo vigilé como me dijo, no planeaba interferir, pero en ese momento, mi cuerpo se movió solo. Comentó Derek mirando hacia el suelo, luego alza la mirada. —Sentí que debía protegerlo.

—Ya veo, bueno será mejor que descanse, llévalo a la habitación que está junto a la tuya. —Contestó el señor.

Derek asienta y hace lo que indicó el señor, de ese modo el niño descansa profundamente. D'Santi decide dejar la lectura y opta por tomar un poco de whisky añejo, Derek se sienta con el señor y comienza a comentar que les depara, ellos no saben si Mikael querrá hacer el viaje de búsqueda, pues es largo y muy peligroso, pero el señor afirma que el chico va a aceptar, después de todo, piensa que no desea ver a su madre después de lo que le contó anteriormente Derek.

—Derek, necesito que apoyes al joven Amato, el muchacho desea más que todo alcanzar ese sueño, de alguna manera, es su salvación de su mundo. —Comenta D'Santi.

—Cuando el joven Amato obtenga lo que desea, quien sabe que pasará, pero la inmortalidad que desea tiene un precio que sería muy fácil de pagar para una persona como él, eso es lo que me preocupa.

—Señor, pero el chico puede ser inmortal si toma mi lugar como heredero de esta tienda. —Replica Derek.

—No Derek, yo deseo que tu seas mi sucesor, aun estas muy joven para tomar mi lugar, pero has ganado mi confianza, lo suficiente para que yo desee que este sea tu hogar, o, ¿acaso ya no quieres la tienda? —Contesta el señor.

—Claro, desde que la conocí hace algunos años y lo conocí a usted, lo admiré, este es mi lugar en el mundo, señor. —Dice Derek.

—Ya está, mañana hablaremos con el joven Amato, le comentaremos nuestras condiciones y le advertiremos el peligro que lo espera.

Derek se dirige a su habitación, pasando por la puerta del cuarto donde duerme Mikael, el joven piensa que este es un niño tonto, no conoce el mundo y solo desea escapar de su realidad que ha confundido con la mortalidad, de todos modos, siente pesar por la vida que tiene, su ingenio y creatividad se vieron oprimidos por su entorno. —Creo que mejor lo cuido. —Dijo en voz muy baja mientras se sienta en el suelo recostandose de espalda contra la cama en la que reposa el chico. El anciano pasa y observa entre la abertura de la puerta, él piensa que tal vez... Sigue de largo y se recuesta en su cama.

En situaciones como estas es cuando una persona debería tener una pesadilla que retrata de manera abstracta el trauma que vivió Mikael, pero este chico no sueña, casi como un parpadeo, Mikael despierta, entre pestañeos ve una charola con unas tostadas y un licuado, en la esquina hay una nota que dice;

"Baja después de que desayunes y te cambies, Derek escogió la ropa, será mejor que la uses" —D'Santi.

—¿Quién era Derek? —Se pregunta el chico con una expresión que se espera de las personas que tienen poco de despertar. Luego de asearse Mikael bajar y observa al señor sentado en una poltrona tomando lo que parece ser Té. El chico saluda y es correspondido, el anciano señala el asiento frente a él indicando que Mikael se ubique ahí.

—Te vamos a ayudar con tu viaje, es muy seguro que mueras, te secuestren, te maten, te coman, te desmiembren, te asfixien, te hechicen, te maldigan, te usen, te manipulen, te saquen los ojos, te rapen el cabello, te corten los dedos de los pies, etc. Pero, con suerte y con Derek, es probable que consigas tu objetivo, así que, ¿Cuándo parten? —Expresa el señor D'Santi.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 30 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Vacío de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora