El destino decide jugarle una mala broma a Bruce Wayne, que no era quien todos creían, al igual que su alterego conocido como Batman. Y el Guasón lo sabía mejor que nadie, y con gusto destrozaría todo lo que el magnate había construido.
[ ᴅᴀᴛᴏs ɪʀʀᴇ...
«Los eternos rivales», «los antónimos vivientes de Ciudad Gótica». Al menos, esos eran los apodos con los que describían la relación tan complicada que llevaban el caballero de la noche y el princípe del crímen en aquel lugar.
―Quién lo diría, eh, Batsy―se dirigió a él con su sonrisa eterna.
―Cállate ―dijo entre dientes el hombre enmascarado, mientras sostenía su mano en su vientre, apretando la herida sangrante y evitando al calor apabullante extenderse demás.
El payaso de Gótica rió con ganas antes de acercarse al que siempre había sido su mejor oponente, o al menos, el que más le había entretenido por años.
―No te preocupes, será nuestro secreto ―susurró lo más próximo que le permitió el otro.
Batman solo pudo gruñir, y fruncir más el entrecejo. Tenía que ser una mala broma, una jodida mala broma del destino, fue lo que pensó antes que todo se arruinara.
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Holo, aquí Alex, tiempo sin escribir, y sin pasarme por aquí. Realmente no sé si alguien leera esto, pero en caso que sí, ¡gracias! Y bueno, idea random, sin pies ni cabeza, que se me ocurrió en vez de estudiar, ahreee, hoy con DC. Nos vemos... ¿ o nah? En caso que no, pues pasará a borradores :')
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