Aetérnum

Capítulo 1

Harper

Viernes 1 de diciembre, 20:45 pm.

—¿Qué piensas? —le pregunté a Nora que estaba en las piernas de Aarón.

Nora es mi mejor amiga, la conocí cuando tomé clases de natación a los siete años. Recuerdo acercarme a ella, ya que me llamó la atención que su cabello no se mojara con el agua, no eran como mis rizos, los mios si se mojaban. Desde entonces somos mejores amigas.

Cabello rizado, castaño oscuro con unas mechas claras y con mucho volumen hasta los hombros. Ojos redondos y oscuros, un lunar debajo de su ojo derecho, boca pequeña con labios gruesos, cejas cortas, piel morena.

—¡Me encanta! —respondió antes de pegarse a los labios de Aarón.

—Pueden dejar de compartir saliva y darme una opinión real —me giré a verlos—. Me has dicho que te encantan los últimos tres vestidos que te he enseñado.

—¡Porque estás preciosa en todos! —se defendió.

Me crucé de brazos.

—Vale... —se puso de pie hasta acercarse a mí—. ¿Qué sucede? ¿No te gusta ninguno?

—No lo sé... El rojo es demasiado. El negro está bien, pero me siento incómoda es algo corto.

—¿Y el que llevas puesto?

Me miré en el espejo, el beige me gustaba. Me llegaba hasta debajo de la rodilla, tela de satén, de tiras, escote buche y era suelto en la parte de abajo.

—Yo creo que te queda sexi y elegante —me animó—. ¿Tú qué dices, Aarón?

—El que llevas puesto te sienta bien.

Nora lleva un vestido lila de tiras, con escote en v y una abertura en la pierna, es igual de largo que el mio.

—Creo que será este, entonces.

—¡Sí! —besó mi mejilla con entusiasmo—. Ya vámonos que es tarde.

Tomamos nuestros bolsos y salimos hasta el coche de Aarón.

Ambos nos conocimos modelando. Mi padre me abrió camino en ese mundo y me gusta, aunque es muy agotador. No sé si quiero estar toda la vida modelando y viajando... Bueno, la parte de viajar me entusiasma un poco más.

Aarón es una cabeza más alto que nosotras. Cabello negro, ojos verdes claros, nariz pronunciada, cejas cortas y poco pobladas, lleva un traje negro con camisa blanca.

Nos dirigimos a una fiesta a la que invitaron a Aarón, es algo de ricachones. Él nos invitó, no somos famosas, pero ¿qué más da? Están todo el día mirando sus propias narices, no creo que se den cuenta.

Su padre es un reconocido director de cine y su madre es modelo. Aarón es un buen amigo, aunque algo despistado, vive de fiesta en fiesta. Lo presenté con Nora hace un año ya. No son pareja, pero se comen las bocas, y otras cosas...

Luego de un rato, llegamos a una mansión. Era realmente enorme, nunca había visto una. Parece un jodido hotel. Mi casa entera entra aquí... Paredes grises, techo oscuro, muchas ventanas, muchos pisos, una piscina casi tan larga como la casa.

—¿De quién es esta casa? —curiosea Nora.

—¿Conocen a Eleanor y Zelig Meyer?

—¡Claro que sí! ¡Mis padres son fanáticos de sus películas! —chilló Nora con ilusión.

—Pues yo no. ¿Quiénes son?

—Es que tu vives debajo de una piedra, amor.

—Son actores, están en la mayoría de películas de acción —explicó Aarón.