"AMOR, ¿ESTÁS AHÍ?

UNA REVELACIÓN.

La oruga se acercó a mí, su mirada intensa.

—La realidad de su relación —repitió—. La realidad de su amor.

Me sentí confundido, como si estuviera atrapado en un laberinto.

—¿Qué quieres decir? —pregunté, intentando encontrar una salida.

—Taylor y tú —dijo la oruga—. No son lo que parecen.

—¿Qué quieres decir? —repetí.

—Taylor y tú están atrapados en una ilusión —dijo la oruga—. Una ilusión creada por ustedes mismos.

No podía creer lo que estaba escuchando.

—¿Una ilusión? —pregunté—. ¿Qué tipo de ilusión?

—La ilusión del amor perfecto —dijo la oruga —. La ilusión de la felicidad eterna.

Me sentí como si hubiera sido engañado.

—¿Qué quieres decir? —pregunté de nuevo.

—Taylor y tú nunca han sido felices —dijo la oruga—. Nunca han sido libres.

Sentí un escalofrío.

—¿Qué has hecho? —pregunté, mi voz con rabia y temblorosa.

—No he hecho nada —dijo la oruga—. Solo les he mostrado la verdad, su verdad.

De repente, las cintas de video se encendieron de nuevo. Mostraban imágenes de Taylor y yo, otra vez, peleando, discutiendo, sufriendo.

—Esta es la realidad —dijo la oruga—. La realidad que nunca quisieron ver, la realidad de la que siempre huiste.

Me sentí devastado. ¿Era cierto? ¿Nuestra relación era una ilusión?

La oruga se acercó a mí y me tomó la mano.

—Tienes que despertar —dijo—. Tienes que ver la verdad.

Me sentí confundido, pero algo dentro de mí comenzó a cambiar.

—¿Qué debo hacer? —pregunté.

—Debes enfrentar la verdad —dijo la oruga —. Debes enfrentar tu propio miedo.

—¿Qué miedo? —pregunté.

—El miedo a la soledad —dijo la oruga—. El miedo a la verdad.

Me sentí como si hubiera sido desafiado.

—Estoy listo entonces —dije.

La oruga sonrió.

—Entonces, comienza esto —dijo.