Luz en la oscuridad, un refugio mutuo

Nuevos rostros

La granja Greene estaba envuelta en un silencio tenso, roto solo por el suave sonido del viento que acariciaba los campos. Cassie se encontraba en el porche, observando el horizonte. La vida en la granja había cambiado drásticamente desde que el apocalipsis había comenzado, y cada nuevo día traía consigo una mezcla de esperanza y temor.

Ese día, la expectativa llenaba el aire. Hershel había mencionado que un grupo de sobrevivientes había encontrado su camino hacia ellos, y el corazón de Cassie latía con ansiedad. Había aprendido a ser cautelosa; el mundo exterior era un lugar peligroso y lleno de engaños. La llegada de nuevas personas significaba una ruptura en la rutina, pero también la posibilidad de nuevos problemas.

Un sonido de motores acercándose interrumpió sus pensamientos. Cassie se levantó, su mirada fija en la carretera. En la distancia, una camioneta se perfilaba, levantando polvo a su paso. Sintió una punzada de desconfianza. No era la primera vez que el grupo de su padre recibía visitantes, pero cada vez, la incertidumbre se hacía más pesada.

Cuando la camioneta finalmente se detuvo, varios rostros asomaron por las ventanas. Cassie no pudo evitar sentirse inquieta al ver a Shane, uno de los sobrevivientes que había estado con ellos antes. Su presencia siempre había estado marcada por una mezcla de protección y peligro.

Mientras los nuevos arrivantes descendían, Cassie vio a Carl, el hijo de Rick. Su expresión era seria, como si llevara el peso del mundo sobre sus hombros. En ese instante, algo en su mirada resonó con ella. La incertidumbre y el miedo eran compañeros familiares.

—¿Estás bien, Cass? —preguntó Maggie, acercándose a ella, rompiendo su trance.

—No lo sé —respondió Cassie, sin apartar la vista de la camioneta. Su desconfianza hacia Shane la inquietaba. A menudo, parecía tener intenciones ocultas, y eso la hacía dudar.

La camioneta se abrió por completo y los nuevos llegados comenzaron a organizarse. Cassie se dio cuenta de que Shane estaba hablando con Rick, gesticulando de manera enfática, pero su tono era un susurro en comparación con el bullicio que estaba a punto de desatarse.

Carl se acercó a ellos, un poco atrás de su padre, observando con cautela. Cassie sintió una conexión instantánea. Sabía lo que era perder la inocencia en este nuevo mundo. Aunque ella no era mucho mayor que él, la experiencia la había endurecido. Se acercó un poco, tratando de escuchar la conversación.

—¿Sabes algo de ellos? —preguntó Cassie a Maggie, bajando la voz.

—No mucho, pero Rick confía en ellos. Lo que me preocupa es Shane. No puedo sacudirme esa sensación —respondió Maggie, sus ojos entrecerrados mientras observaban a Shane.

El tiempo parecía detenerse mientras los nuevos llegados comenzaban a mezclarse con los Greene. Cassie mantuvo la mirada fija en Carl, quien parecía perdido en sus pensamientos, su rostro reflejando la lucha interna que todos enfrentaban en ese nuevo mundo. No podía evitar preguntarse si él también sentía lo mismo hacia Shane.

Finalmente, la tensión se rompió cuando Rick se volvió hacia el grupo de la granja, una sonrisa en su rostro. Pero Cassie no podía ignorar la sensación de que algo estaba por cambiar, y no estaba segura de si estaba lista para ello.

---