"¿Cómo has terminado aquí?"Despertar junto a Martin se sintió diferente a cualquier otra cosa que Juanjo hubiera experimentado antes. Era difícil de explicar con palabras. Solo lo sabía. Que nunca se había sentido como aquella mañana, cuando al abrir los ojos se lo había encontrado reposando a su lado, pegado a su cuerpo. Aún desnudo y con el pelo hecho un completo desastre. Con las clavículas llenas de pequeñas rojeces, llenas de incontables lunares. Juanjo era consciente. Aquella sensación sería algo que necesitaría plasmar después. Era esa misma emoción que le había atacado después de haber tenido a Martin por primera vez. La de sentirse muy inspirado, la de necesitar crear algo que se asemejara a todas las cosas que aquel actor le había hecho sentir en tan solo unas horas.
Y podría haber construido sin la ayuda de nadie mil estatuas con su nombre. Cientos de películas sobre él. Algo que le hiciera ser eterno en la mente de todas las personas, porque Martin no se merecía menos: que todo el mundo se acordase de su nombre. Era aquello que le había dicho su madre alguna vez. Que nunca morirías si habías conseguido calar en el pecho de un artista. Que serías eterno en los libros que escribiese, en las pinturas que dibujara. En los poemas que tallase.
Hasta yo lo he hecho alguna vez. Plasmar a toda la gente que ha significado algo para mí en las cosas que he escrito. Para bien o para mal. Toda la gente que ha influido en mi vida, que me ha hecho daño y que me ha hecho feliz. Los habéis conocido a todos.
"Tuve mucha suerte, supongo."
"No me estaba refiriendo a cómo habías acabado siendo una estrella de Hollywood, teniendo a tanta gente a tus pies. Me refería a cómo habías acabado aquí, colándote en mis sábanas. Haciéndome sentir esto" se vio en la necesidad de corregir Juanjo.
Martin se removió a su lado, serpenteando en la cama hasta quedar sobre su cuerpo desnudo, sentándose sobre sus caderas. Había algo peligroso en la forma en la que lo había hecho. Algo que le hacía querer desear más. Mucho más. Porque de repente el sexo ya no era suficiente. Juanjo quería llegar más allá, hasta donde fuera posible.
"Tuve mucha suerte, supongo" repitió Martin, acariciándole la piel de las mejillas con los dedos.
Podría haberle llevado al cielo, construir una escalera lo suficientemente alta como para ser capaces de tocarlo con los dedos. Pero incluso eso le sabía a poco. Porque Juanjo estaba convencido de que Martin se merecía más. Un universo entero, tal vez. Miles de galaxias que llevasen su nombre.
"¿Y qué vamos a hacer con esto?"
"¿A qué te refieres?"
"Al rodaje, que empezará dentro de poco. ¿Qué vamos a hacer cuando empiece? No voy a ser capaz de no mirarte en cada momento."
Martin buscó sus labios y Juanjo se dejó llevar por aquella sensación, la de estar besándose con Martin. Porque su boca aún sabía a todo el whiskey que habían compartido la noche anterior. A todas las cosas que habían hecho. Y él no se vio capaz de resistirse. Porque si lo del cielo era imposible, a él solo le quedaba aferrarse a aquello: a la piel tersa y suave de los muslos que le rodeaban las caderas, a un beso que sabía a promesas. A la forma en la que Martin suspiraba contra él, la manera que tenía de hacerle sentir todas esas cosas. El poder que manejaba sobre él.
"No lo sé, ya lo veremos. Cuando llegue el momento lo veremos."
Pero el momento había llegado. La semana había pasado volando, demasiado rápida como para haberla asimilado, y cuando menos se lo había esperado, volvieron a verse el viernes durante la primera toma de contacto con el guion. Y Juanjo ya lo había sabido, ya se lo había advertido. Que no iba a ser capaz de apartar la mirada de él en ningún momento. Que no podría concentrarse en nada más.
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ONE SHOTS // majos's version
FanfictionHistorias cortas de los majos que se me van ocurriendo!!!