ONE SHOTS // majos's version

0.2 El Clavel

Donde Martin conoce a Juanjo, un escritor de fics en Wattpad que casualmente vive en su misma ciudad

o

Donde hoy es el cumple de Juanjo, y no está seguro sobre qué regalarle

Y ya está?????

Ese es el final de guilty???

Ya no vas a escribir más?!?

Su amistad con Juanjo había comenzado de forma rara. No lo había buscado, ni siquiera lo había pedido. Había comenzado repentinamente, como quien encuentra una moneda de cinco céntimos en la calle, algo que nunca habría podido esperarse, pero que tampoco había podido ignorar. Sobre todo porque Martin no estaba muy habituado a conocer gente todos los días. Menos aún, en esas circunstancias tan raras: tres mensajes por twitter a las cuatro y veintitrés de la madrugada. La misma noche en la que él había publicado los últimos capítulos de su historia en Wattpad.

Le había pillado fuera de casa, bebiendo en el bar de su pueblo con algunos amigos, y no había podido responder de manera inmediata. De hecho, esconder su móvil había sido lo primero que había hecho tan pronto como aquellas notificaciones habían iluminado la pantalla de su teléfono, temeroso de que alguien pudiera leerlos. Porque lo de escribir historias por Wattpad era algo que ni siquiera le había contado a su mejor amigo. Tal vez por vergüenza. A lo mejor por miedo a lo que pudieran pensar de él. Y siempre bromeaba de eso con Ruslana, otra chica con la que hablaba de vez en cuando por internet. Otra autora a la que había conocido por casualidad después de encontrarse mutuamente por los comentarios de sus fics. La vergüenza que les daría si alguna vez alguien de sus vidas reales descubrieran aquella faceta de ellos.

Porque estaba la vida ficticia, la de Twitter y Wattpad. Y luego estaba la vida real, la de sus amigos y su familia. Separadas por un límite invisible. Una muralla gigante.

Se había acordado de responder justo antes de irse a dormir. Por aquel entonces aún hacía demasiado calor, y Martin deseaba que el verano acabase para poder volver a Valencia cuanto antes, en donde estudiaba el resto del año. Borracho y cansado, tecleó su respuesta:

pues si, ese es el final jajaja

Pero nunca llegó a enviarlo. Porque leyéndolo algunas veces en su cabeza, descubrió que tal vez podría sonar como una respuesta borde. Lo borró y volvió a empezar de nuevo. Sintiéndose algo mareado bajo la influencia de todo lo que había bebido esa noche, el autocorrector fue lo único que le salvó de hacer el ridículo hablando con ese tal Juanjo.

ayyyy, siiiii

espero que te haya gustado!!!!

Lo acompañó de emojis aleatorios. Algunas flores y muchos lazos rosas. Mierda, me he pasado de intenso, pensó. Pero luego decidió que le daba igual, que estaba borracho y que quería dormir cuanto antes. Que en realidad se la pelaba. Porque, siendo sinceros, tampoco esperaba volver a hablar con él nunca más. No más allá, al menos, de los típicos mensajes por educación que sueles compartir en una conversación de este estilo: Ay, pues si. ¡Me gusto mucho!, debería de haber dicho Juanjo. Y Martin hubiera contestado algo como: qué guay, gracias por leer!!! Y ya está. Nada más. Lo típico para dos completos desconocidos que nunca habían hablado antes.

Pero de repente Juanjo había decidido responder con otra cosa.

Pues yo quiero un extra.

Escríbelo.

Y tan solo dos días después, Martin había publicado el primer extra de Guilty as Sin. El resto de cosas fueron sucediendo demasiado rápido como para poder contarlas. Y para cuando había querido darse cuenta, era él quien se encontraba buscando a Juanjo, quien comprobaba sus notificaciones en busca de algún mensaje por su parte: