Capítulo 8

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La promesa de redención que Anya había susurrado en el claro del bosque se sentía frágil, como una flor a punto de marchitarse bajo un sol abrasador. Lyra y Elian, con la esperanza de ayudarla a encontrar la paz interior, se dieron cuenta de que el camino hacia la redención era un sendero lleno de obstáculos y peligros.El rey de la ciudad de las flores de loto, un hombre de corazón frío y mirada implacable, había oído hablar de Anya y de su pasado. Temía su poder, su capacidad de despertar la furia de la gente y desestabilizar su reino. Decidió actuar, buscando eliminar a Anya antes de que pudiera convertirse en una amenaza.En secreto, el rey organizó una emboscada para Anya. Un grupo de soldados, con sus espadas relucientes bajo la luz de la luna, esperaba en un bosque oscuro, listos para atacar a Anya en cuanto se presentara la oportunidad.Lyra y Elian, con su intuición aguda, sintieron que algo andaba mal. Su corazón latía con fuerza, como si presintiera un peligro inminente.-Algo no anda bien-, dijo Elian, con voz baja. -Siento una energía oscura, una sensación de amenaza-.-Yo también-, respondió Lyra, con un nudo en el estómago. -Debemos tener cuidado-.Lyra y Elian decidieron seguir a Anya, buscando protegerla de cualquier peligro. Se adentraron en el bosque, sus pasos silenciosos sobre las hojas secas.Mientras caminaban, escucharon un ruido extraño. Un crujido seco, como el sonido de ramas que se rompían. Lyra y Elian se detuvieron, sus sentidos alerta.-Hay alguien ahí-, dijo Elian, su voz baja y firme.Lyra sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. ¿Quién podía estar en este bosque tan profundo?De entre las sombras de los árboles, emergió un grupo de soldados. Sus espadas relucían bajo la luz de la luna, y sus ojos brillaban con una furia salvaje.-Anya-, dijo el líder de los soldados, con voz amenazante. -Te hemos estado esperando-.Anya se quedó atónita. No esperaba encontrarlos en este bosque.-No tengo nada que ver con ustedes-, dijo Anya, con voz fría. -Déjenme en paz-.-No te vamos a dejar en paz-, respondió el líder de los soldados. -El rey te ha ordenado que mueras-.Los soldados se abalanzaron sobre Anya, con sus espadas desenvainadas. Anya se defendió con valentía, su espada brillando como un rayo de luz en la oscuridad.Lyra y Elian vieron la emboscada y se prepararon para luchar.-No la dejaremos morir-, dijo Elian, con voz firme.Lyra y Elian se unieron a la batalla, luchando con la fuerza del amor y la esperanza. Sus espadas brillaron como estrellas en la oscuridad, y sus corazones latían con fuerza.Anya, con su furia y su desesperación, luchó contra los soldados con una ferocidad despiadada. Su espada se movía como un rayo, y su cuerpo se movía con una agilidad asombrosa.La batalla fue larga y difícil, pero Lyra, Elian y Anya lucharon con valentía. Su amor, su esperanza y su determinación eran más fuertes que el odio y la violencia.Finalmente, los soldados fueron derrotados. Lyra, Elian y Anya se quedaron en el bosque, exhaustos pero victoriosos.Anya se quedó mirando a Lyra y Elian, con una mezcla de gratitud y confusión en su mirada.-Gracias-, dijo Anya, con voz suave. -No sé qué habría hecho sin ustedes-.Lyra y Elian se miraron, sus corazones llenos de esperanza. Anya había mostrado un atisbo de vulnerabilidad, un atisbo de que todavía había esperanza para ella.-No te preocupes, Anya-, dijo Lyra, con voz suave. -Estamos aquí para ayudarte-.Anya se quedó en silencio, meditando sobre sus palabras. Ella se encontraba en un punto crucial, una encrucijada donde debía elegir entre el camino de la venganza y el camino de la redención.

Una noche entre rosas y estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora