Capitulo 4

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– El padre se suicidó con la familia ahí, lo que provocó una concentración de energía maldita. La casa quedó abandonada y embrujada y muchas personas curiosas por ella fueron a visitarla. Todas desaparecieron.

Klaus bostezó. Lo habían mandado a acompañar a Meimei y a Utahime a una misión de cuya maldición se tenía poca información. Ya habían ido hechiceros de hasta grado tres anteriormente a cubrir esta misión, pero ninguno volvió. Ante la incertidumbre, mandaron a un hechicero de grado especial como él a respaldar a sus compañeras.

La verdad era un fastidio total esta misión. No había dormido ni un momento en cuatro días seguidos luego de haber soñado una pesadilla terrible, no tenía la cabeza ni la fuerza para tomarse esta situación tan seriamente como le gustaría. Quería fumar y dormir un mes entero sin pausa.

– ¡Ey! ¡Idiota, presta atención! Esto es un asunto serio –Utahime no tenía piedad con él incluso cuando lo veía desfallecer de pie frente a la casa.

– Que fastidiosa eres mujer –Klaus se encendió un cigarrillo mientras comenzaba a caminar detrás de Meimei.

– ¡Oye! No me dejen atrás –Corrió para alcanzar al dúo que ya estaba frente a la puerta de entrada –No puedo creer que un tipo tan flojo como tú sea grado especial y yo todavía no pueda ascender de grado.

– Utahime, si quieres ascender deja de perder el tiempo. Entremos.

– Lo siento, señorita Meimei. Prometo dar lo mejor de mí.

Ingresaron en silencio, Utahime muy tensa, Meimei con paso seguro y Klaus intentando mantenerse de pie. Tal vez un poco de acción lo haga espabilar, luego terminaría rápido la misión, de ser necesario él solo, y luego volvería a la escuela y dormiría toda la noche. Ese era el plan.

– Separemonos. Utahime, tú ve al segundo piso, yo revisaré el primer piso y Klaus el subsuelo –Con suerte Meimei podía encargarse de liderar por él. Klaus reconocía sus habilidades, su ingenio y su templanza, así que, al bajar por las escaleras, olvidó todo el plan anterior, apagó el cigarrillo y se recostó a dormir en el suelo, confiando en su compañera. Esto iba para rato.

Por otro lado, Utahime y Meimei se habían encontrado y ahora caminaban juntas buscando la salida. Al caminar por el único pasillo que parecía que había, se encontraron con el cuerpo de Klaus durmiendo y bloqueando el camino.

– ¡Ay, no puedo creer que este idiota esté tan tranquilo durmiendo como si nada! ¡De verdad, señorita Meimei, ayúdeme a despertarlo! Además ¿No estaba en el subsuelo?

– Probablemente, la maldición nos reunió a todos en un único piso. No te molestes en despertarlo, podemos resolver nosotras la situación –Meimei tomó de los pies a Klaus y lo comenzó a arrastrar mientras caminaban. Así pasó un rato. Cada minuto que pasaba, Utahime se preocupaba más y más, pronto se dieron cuenta de que no estaban caminando en círculos sino que la maldición construía la barrera por dónde pasaban.

– Debemos correr a toda velocidad en direcciones diferentes. Yo llevaré a Klaus conmigo, Utahime.

– De acuerdo. A la cuenta de tres. Uno –Meimei acomodó a Klaus en su espalda – ¡Tres! –Cada una comenzó a correr en direcciones opuestas, pero antes de poder romper la barrera, la casa entera empezó a temblar y a destruirse. Grandes escombros se alzaban hacia una fuerza de atracción que, en cuanto se detuvo, dejó caer los restos sobre el área.

– ¡Ey! Vine a rescatarlas –Satoru apareció con una sonrisa arrogante y burlona hacia Utahime, la cual no había podido evitar los escombros y salía de debajo de lo que quedaba de una pared con una expresión de horror –Utahime ¿Estás llorando?

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⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

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