Taehyung miraba su reflejo en el espejo, sintiéndose incómodo con lo que veía. Había escogido un vestido blanco sencillo que su padre le había obligado a usar. El vestido se ajustaba a su cintura y terminaba a la mitad de sus muslos, dejando al descubierto sus piernas delgadas. Nunca se había sentido cómodo con este tipo de ropa, pero hoy no tenía elección. Su padre había organizado una cena importante en la casa, y quería que todo fuera perfecto.
—No hagas nada que me avergüence —le había advertido su padre más temprano, con una voz seca que no admitía objeciones—. Finge que todo está bien. Si haces algo mal, lo pagarás.
Taehyung había asentido en silencio, acostumbrado a seguir órdenes. Sabía que esa noche tenía que actuar como el hijo perfecto, aunque por dentro se sintiera roto. El miedo constante lo mantenía alerta, siempre esperando el próximo golpe, aunque esta vez el peligro no fuera físico, sino emocional.
Mientras se ajustaba el vestido una vez más, escuchó el timbre de la puerta. Los invitados estaban llegando. Respiró hondo y se forzó a mantener la compostura. Todo tenía que salir bien, como siempre.
Bajó las escaleras lentamente, sintiendo los ojos de su padre sobre él. El hombre estaba de pie en el salón, dándole una mirada de aprobación, como si hubiera esculpido una obra de arte. Era irónico. Taehyung no era más que una pieza más en su fachada perfecta, algo que mostrar y controlar a su antojo.
—Taehyung, ven aquí —dijo su padre con una sonrisa falsa en el rostro—. Quiero que conozcas a alguien importante.
Cuando Taehyung llegó al salón, vio a varios hombres de pie, conversando animadamente. Todos eran amigos de su padre, caras conocidas de las cenas y reuniones que su padre solía organizar. Pero uno de ellos destacó entre el grupo.
Jungkook.
El hombre estaba apoyado contra una de las paredes, con una mirada tranquila pero intensa. Vestido con un traje oscuro que resaltaba su figura atlética, Jungkook irradiaba confianza. Sin embargo, sus ojos, oscuros y penetrantes, estaban fijos en Taehyung. Desde el momento en que lo vio bajar las escaleras con ese vestido blanco, no pudo apartar la vista de él.
Taehyung sintió una extraña incomodidad bajo esa mirada, algo que nunca había experimentado antes. No era el miedo habitual que sentía con su padre, pero sí lo hacía sentir vulnerable, como si estuviera siendo desnudado con solo una mirada.
—Este es mi hijo —dijo su padre con una sonrisa radiante, poniéndole una mano pesada en el hombro—. Taehyung, saluda a Jungkook. Es un buen amigo mío.
Taehyung asintió lentamente, sus ojos apenas encontrando los de Jungkook por un breve instante antes de volver a mirar al suelo. No estaba acostumbrado a ser el centro de atención de esa manera, y mucho menos de alguien como él.
—Un placer conocerte, Taehyung —dijo Jungkook, su voz grave y suave a la vez. Aunque sus palabras eran corteses, había algo en su tono que indicaba más de lo que decía. Sus ojos nunca se apartaban de él, y Taehyung lo notó.
El padre de Taehyung, satisfecho con la presentación, continuó conversando con sus amigos como si todo fuera normal. Pero Jungkook seguía observando cada movimiento del joven, notando la tensión en su cuerpo, la forma en que mantenía la cabeza gacha y las manos inquietas.
Cuando se sentaron a la mesa para la cena, Taehyung se ubicó al lado de su padre, como siempre, en silencio. La conversación fluía entre los hombres, risas y anécdotas volando por la mesa, pero Taehyung se mantenía distante, como si estuviera en otra realidad. Solo respondía cuando se le hablaba directamente, con respuestas cortas y tímidas.
Jungkook, por otro lado, no podía apartar la vista de él. Había algo inusual en la manera en que el chico se comportaba, algo que iba más allá de la timidez. Era como si estuviera atrapado, siempre en alerta, como un animal que temía ser cazado en cualquier momento.
Durante la cena, hubo momentos en que Jungkook pudo notar los sutiles intercambios entre Taehyung y su padre. Una mirada firme, una mano que se posaba un poco más fuerte de lo necesario sobre su hombro. Pequeños gestos que, para cualquiera que no prestara atención, pasarían desapercibidos. Pero Jungkook lo vio todo.
Mientras los demás hablaban, Jungkook inclinó ligeramente la cabeza hacia Taehyung y le susurró con voz baja, sin apartar la mirada de los demás comensales:
—¿Estás bien?
Taehyung lo miró, sorprendido por la pregunta, pero no respondió de inmediato. ¿Por qué le preguntaba eso? Apenas lo conocía, y sin embargo, había algo en la preocupación en su voz que lo desconcertaba.
—Estoy bien —respondió finalmente, con un tono que no era del todo convincente.
Jungkook notó la mentira en sus palabras, pero decidió no presionarlo en ese momento. Sabía que no podía hacer mucho allí, rodeado de gente, pero algo en él le decía que debía mantenerse cerca de ese chico, que había algo oscuro escondido detrás de su vida perfecta.
A medida que avanzaba la noche, Taehyung intentaba mantenerse lo más discreto posible, pero la sensación de estar siendo observado nunca lo abandonaba. Jungkook lo seguía mirando, de una manera que no era intrusiva, pero que dejaba claro que lo había notado. Que algo en él le importaba.
Cuando la cena terminó, Taehyung se despidió educadamente de los invitados, como siempre lo hacía. Sin embargo, cuando llegó el turno de Jungkook, el hombre se detuvo un momento frente a él, manteniendo el contacto visual.
—Nos veremos pronto —dijo Jungkook, con una sonrisa apenas visible.
Taehyung no supo cómo responder. Algo en esa frase parecía más una promesa que una simple despedida.
Y mientras cerraba la puerta detrás de los invitados, sintió un peso extraño en el pecho. No sabía qué estaba por venir, pero algo le decía que esa noche no había sido como las demás.
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Tqm.
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ᴘʀᴇᴛᴛʏ ʙᴏʏ! ୨ৎ | KookV
RomanceJungkook es un hombre guapo y sabiendo de sobra lo que quiere en la vida. Taehyung es un adolescente de 17 años el cual sufre abuso de parte de su padre. ୨ৎ Boypussy and tits ୨ৎ Tae Bottom! - Jungkook Top!