IV- FEMENTIDO

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I would know
And you overthink
Always speak cryptically
I should know
That you're no good for me.

'Cause you're hot then you're cold.

Hot N Cold— Katy Perry.

Una vez estuvo en el mismo lugar que toda esa gente se arrepintió al instante, claro que quería el maldito álbum de Taylor Swift, pero sentía que no encajaba con las personalidades de las personas

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Una vez estuvo en el mismo lugar que toda esa gente se arrepintió al instante, claro que quería el maldito álbum de Taylor Swift, pero sentía que no encajaba con las personalidades de las personas.

Y Nuvia la había abandonado para irse a ligar con la frentona, lo que la dejá estado sola en la cocina, sirviéndose un poco de refresco.

Ni olvidar el modo que tuvo que hacer a un lado su dignidad para invitar a todos los nacos, porque ciertamente se vería mal que fuera a decirle solo a Vicky. Lo cuál era el primer plan que tenía.
Ahora no podía ir y decirles que se fueran a dejar sus pulgas a otro lado.

El sonido de las puertas de la cocina siendo abiertas la sacó de sus pensamientos y inmediatamente posó su mirada en el lugar.

«Dios dame paciencia.»

Samantha Rivera había pasado como si nada, ¡Ignorando su presencia! Quién en su sano juicio hacía eso.

Gruñó con molestia y hizo un ademán de irse.

—¿Por qué no estás con los demás?— su voz, su jodida voz se escuchó demasiado grave.

¿Tenía flemas o qué?

—No me interesa interactuar con ellos.

—Pero tu amiga te abandonó.— sonrió con arrogancia y Abril deseó soltarle un puñetazo en ese instante.

Se acercó lo suficiente para estar a unos centímetros de distancia, y fue su turno de sonreír al ver la cara de confusión de la rubia.

Samantha frunció el ceño pero rápidamente se compuso, le dió una mirada de inocencia.

—¿Qué?— preguntó la castaña.

—Pareces un poco estresada, un bañó no te haría mal.

—¿Discul-

Nueva nota mental, no estar en el mismo lugar que una corriente, mucho menos si era Samantha.

Soltó un chillido al sentir el agua caerle encima, ¡Su ropa! ¡Era más cara que la maldita vida de esa malandra!

—Me la debías, tener comida en la cara no es agradable.— exclamó quitando el vaso con el cuál mojó a Abril.

—Te recuerdo que tú también me llenaste con esa porquería.— soltó con enojo.

—Yo no lo empecé.

—Pero lo estás siguiendo.

Samantha dudó unos segundos, en los cuales la contraria juró ver arrepentimiento en sus ojos.

The Sound Of Your HeartbeatsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora