*history time*
Cuando era peque, algo así como a los siete u ocho años, como toda nena me gustaba un niño. El era hijo de una amiga de mi mamá, por lo cual iba a su casa muy seguido.
Uno de esos días, estábamos en su cuarto (estaba su hermano ahí, no piensen mal) jugando no se que cosa en su tele o algo así y yo estaba con las manos en la cama y de repente el posa su mano encima de la mía y nos quedamos mirando tipo *u* y volaron mariposas y toda la onda. Eeeeeeen fin, que como toda pendeja que cree que su mamá es de confianza total fui y se lo dije a mi madre cuando estuvimos en casa.
¡LA BRONCA NO FUE PEQUEÑA!
Fue como un sermón de quinientas horas sobre que las niñas deben cuidarse de los niños, blah blah blah, que eso no volviera a pasar y asi.
Han pasado aprox. Nueve años desde lo ocurrido y desde entonces no le tengo ni la mas minima confianza a mi progenitora. Creo que ese día entendí que todo lo que yo le fuera a decir ella lo tergiversaría para convertirlo en una charla innecesaria.