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Minho salió de su apartamento con los audífonos puestos, intentando concentrarse en la música mientras atravesaba el campus en dirección a su primera clase. La tranquilidad vespertina de la universidad solía reconfortarlo: estudiantes sin muchas prisas, el aroma a café recién hecho que salía de la cafetería de la esquina, el sonido de conversaciones cruzadas y risas dispersas. Pero hoy, todo se sentía... extraño. Como si su mente estuviera desconectada de la realidad que lo rodeaba.

Cuando llegó se sentó en uno de los bancos exteriores mientras esperaba a que comenzara su próxima clase. A su lado, su amigo Felix ya estaba con su típica sonrisa brillante, mientras que su otro amigo, Seungmin, llegaba con un café en la mano, luciendo como si su sarcasmo fuera su única fuente de energía.

— ¿Qué traes? — preguntó Felix, con su tono siempre alegre. — Pareces más muerto de lo normal.

Minho bufó, sacudiendo la cabeza. — Solo estoy cansado.

Seungmin entrecerró los ojos mientras tomaba un sorbo de su café. — Mmm... no eres nada convincente. ¿Pasó algo con la tienda?

Minho se tensó un poco y fingió concentrarse en su teléfono. — No, nada importante.

Felix lo miró de reojo y soltó una risa. — ¿Seguro? ¿Hubo algún cliente rarito?

— Seguro fue un fantasma o algo — añadió Seungmin, sonriendo de lado.

Minho rodó los ojos, sin querer ceder a la curiosidad que había estado rondando en su cabeza desde la noche anterior. — No fue un fantasma.

— ¡Ajá! — exclamó Felix. — Entonces sí pasó algo, pinche mentiroso.

Minho le lanzó una mirada fulminante, pero su amigo solo lo miraba con una sonrisa cómplice. Seungmin no dijo nada más, pero la pequeña sonrisa que se formaba en sus labios indicaba que también estaba disfrutando del momento.

— Fue solo un cliente más, lo de siempre — respondió finalmente, intentando sonar despreocupado. Pero, a juzgar por las miradas de sus amigos, no lo había logrado del todo.

— ¿"Solo un cliente más"? — repitió Seungmin, imitando el tono de Minho de manera exagerada. — Entonces, ¿por qué parece que viste un puto fantasma?

Felix soltó una carcajada. — Chance y le robó el corazón. ¿El "fantasma" estaba guapo?

Minho soltó una risa seca, empujandolo levemente en el hombro. — Ya, cállense un rato, entrometidos.

— Ya pues, ya — dijo Seungmin, dándole una palmada en el hombro mientras se levantaba. — Pero si sigues con esa cara de pendejo, ni creas que vamos a dejarte en paz.

Minho resopló, aún con una sonrisa leve en los labios mientras se levantaba del banco. Sus amigos lo siguieron de cerca, caminando en dirección al edificio donde se encontraban sus salones.

— Entonces, ¿qué nos toca ahorita? — preguntó Felix, revisando su horario por enésima vez aunque ya sabía la respuesta.

— Historia de los medios — contestó Seungmin, ajustando la correa de su mochila sobre su hombro. — Te lo dije ayer, Felix, no mames. No sé cómo te graduaste.

Este le dedicó una mueca exagerada, mientras Minho solo sacudía la cabeza. La dinámica entre los tres siempre lo había divertido: Seungmin siendo el sarcástico, y Felix, el optimista despistado. Aunque en ese momento, su mente seguía volviendo al chico de la tienda, no podía evitar relajarse un poco alrededor de ellos.

Entraron al salón y, como de costumbre, se dirigieron al fondo. Minho se dejó caer en su asiento, esperando que la clase lo ayudara a distraerse un poco, aunque la voz monótona del profesor no prometía mucho. Apenas había sacado sus cosas cuando Felix se inclinó hacia él con una sonrisa de lado.

Night Shift || HanKnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora