Max Verstappen aparenta ser todo lo que un buen padre de familia desea para sus hijos, dentro de una familia "convencional". Un joven universitario muy sobresaliente, y con un futuro laboral que cualquier ser terrenal soñaría con tener.
Pero eso no...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
✦ ˚ * ✦ * ˚ ✦
"𝘞𝘦'𝘳𝘦 𝘳𝘪𝘥𝘪𝘯𝘨 𝘵𝘩𝘳𝘰𝘶𝘨𝘩 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘢𝘳𝘬 𝘯𝘪𝘨𝘩𝘵"
𝐁𝐨𝐬𝐭𝐨𝐧, 𝐌𝐚𝐬𝐬𝐚𝐜𝐡𝐮𝐬𝐞𝐭𝐭𝐬 ᴘʀᴇꜱᴇɴᴛ
Era un típico día de primavera en la Harvard Business School. La tarde caía con una brisa ligera y el cielo se encontraba despejado, cubriendo todo bajo su manto con un placentero tono dorado, y de esos en los que en el aire se podía percibir el sutil aroma de los árboles.
Max salió del aula justo cuando el reloj marcó que eran ya las cuatro de la tarde, con su mochila colgando descuidadamente sobre su hombro y caminando a pasos pesados. Estaba verdaderamente exahusto y aún tenía que asistir a aquella conferencia a la que tanto le había insistido que fuera su profesor -el Doctor Christian Horner-, pero sin querer hacerlo realmente. Apenas era lunes, pero ya podía sentir todo el peso de la semana cayendo sobre su espalda.
Suspiró con resignación y se decidió a continuar con su camino, hasta salir por las puertas del Aldrich Hall y tomar rumbo a su próximo destino. A su salida en el exterior, fue recibido con una brisa ligera y suave, que le permitió poder tomar la bocanada de aire fresco que tanto necesitaba después de estar largas horas atrapado en el interior de un aula.
La caída del sol reflejaba su sombra y la de los edificios por los que atravesaba, mientras pasaba justo por el lado de diferentes grupos de estudiantes. Max llevaba puestos sus auriculares y se encontraba absorto, completamente perdido entre los beats vibrantes de Martin Garrix y la delgada línea de sus pensamientos, por lo que no era consciente de todo el revuelo que estaba ocurriendo a su alrededor.
Apenas si observaba por el rabillo del ojo, sin notar nada diferente. Pero para Max, parecía ser otro día cualquiera en su facultad. No tenía ni idea de la crisis colectiva que parecía estar apoderándose de los demás.
"¿Tú también lo escuchaste? Dicen que se trata tal vez de alguien muy grande..."
"¡No creo! ¿Cómo podrían conseguir traerlo aquí? Yo sabía que venía de Londres"
"Imagínate que sí, ¡Sería increíble! Por primera vez no me aburriría en lo absoluto. ¿A caso tú no has visto el hombre qué ÉL es?"
El mundo estaba cambiando y Max, ni siquiera parecía estar consciente de eso.
Últimamente, estaba viviendo en piloto automático, repitiendo lo mismo todos los días y haciendo las mismas cosas.
Continuó así hasta que estuvo más cerca, girándose por el camino principal y subiendo a través del puente de piedra, dejando que Garrix aun llenara el espacio que lo separaba del mundo exterior. Sólo cuando alcanzó la entrada al auditorio se quitó los audífonos, sintiendo un repentino cambio de energía que lo hizo extrañarse.
