El laberinto de la pasiones

Capitulo 3:

CASPER

En la tarde, me veré obligado a tomar el té con Ashlynn, no porque desee hacerlo, sino porque mi madre no me ha dado muchas opciones. Con suerte, podré hacer que este encuentro termine rápidamente y evitar hablar más de lo necesario.

—Ella es la Protectora de Maravilla, Casper —dice mi madre, su voz es firme y autoritaria. —Puede ser un aliado valioso, si te permitiste tener una mente abierta.

—No me has dado muchas opciones —le digo, mis ojos se van a su vestido.

Ella me mira y su mano se posa en mi hombro.

—Tu futuro está en tus manos, Casper —dice, su sonrisa es dulce y sincera. —Este matrimonio podría ser una bendición, si solo puedes ver más allá de tus prejuicios.

Yo me cruzo de brazos y me vuelvo hacia la puerta.

—¿Y qué pasa si no puedo?

Yo me cruzo de brazos y me vuelvo hacia la puerta.

—No puedes simplemente asumir que esto será fácil —digo, mis ojos son hirientes. —Este matrimonio no es simplemente un asunto de negocios.

Mi madre suspira y se aproxima a mí.

—Te conozco mejor que nadie, Casper —dice, su voz es suave y firme. —Y sé que puedes ser más que solo un príncipe tímido. ¿Podrías darle una oportunidad?

Yo bajo la mirada, mi rostro está colmado de duda y resentimiento.

—Y si esto no funciona? —pregunto.

Ella me mira con la cabeza inclinada.

—Entonces los reinos no estarán en buenos términos —dice. —Y eso será tu culpa, Casper. ¿No vale la pena intentarlo?

El momento es tenso y mi madre me observa con expectación.

Sé lo que dice es cierto. Si el matrimonio no funciona, habrá problemas entre los reinos. Sin embargo, yo no siento que sea mi deber solucionar esto.

—Me siento como si fuera una pieza en una partida de ajedrez —digo. —Y no estoy preparado para ser sacrificado.

La expresión de mi madre se suaviza un poco.

—No es un sacrificio —dice, sus ojos se clavan en los míos. —Es una oportunidad. ¿No quieres ser más que un príncipe tímido?

Su tono es más suave que antes, pero yo sé que esto es un asunto de vida o muerte para ella. Y quizás también para mí.

Sigo mirando fijamente a mi madre, pensando en mis opciones.

—¿Y si no funciona? —pregunto, mis ojos siguen firmes.

Ella respira profundo y asiente con la cabeza.

—Entonces la separación entre los reinos será inevitable —dice. —Pero solo tienes una oportunidad para hacerlo bien. ¿Vas a desaprovechar esa oportunidad?

Mi madre sostiene mi mirada por un momento, y yo sé que esta es mi oportunidad de decidir.

Podría seguir defendiendo mi posición, negándome a casarme con Ashlynn y provocar problemas diplomáticos. O podría tomar el desafío, intentar hacer funcionar el matrimonio y, si fracaso, al menos sabré que lo intenté.

Suelto un suspiro y digo:

—Voy a intentarlo.

Mi madre me mira, su rostro es una mezcla de alivio y orgullo.

—Sé que puedes hacerlo, Casper —dice. —Solo sé tú mismo y todo saldrá bien.

Me acerco a la puerta de mi habitación y agarro el picaporte. Antes de salir, digo: