━━━𝐃𝐄𝐌𝐎𝐍𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝐀𝐆𝐔𝐀━━━

02

Soñar despierto.

Perspectiva de Sanemi.

La finca del viento se encontraba en completo silencio. Con una tranquilidad inquietante que podía poner nervioso hasta a los más fuertes. Entre ellos estaba Sanemi que se encontraba en completa soledad tras la partida de su pareja.
Se sentía inquieto e incómodo, tenía un presentimiento que le picaba el pecho como si fuera una aguja oculta entre su yukata.

Habían pasado unas horas desde la partida de Giyuu y ni siquiera había podido comer algo. Cientos de preguntas acechaban su mente "¿Habrá llegado ya?", "Y si su viejo cuervo volvió a perderlo dándole la dirección mal?" No sabía nada de Giyuu y eso le inquietaba más.

Desde que empezó a salir con Tomioka nunca se había sentido tan inquieto sobre el que le podrían pasar en una de sus misiones, sabía que el pelinegro era fuerte y podría matar a un demonio sin ayuda pero aun así no podía quitarse aquella espina. Se arrepentía de no haberlo acompañado en cuanto salió del hogar y se arrepentía aún más de no estar haciendo nada más que dar vueltas por toda la casa mientras sobre pensaba lo que podría pasar.

Aquellos pensamientos no eran por nada, esa misma noche aquel sueño sobre la masacre de su familia volvió a repetirse en su mente como si fuera una película que no podía pausar. Solo que está vez había algo diferente. La vieja y desgastada casa era la misma, la mirada de horror de Genya era la misma y la sensación de adrenalina recorrer todo su cuerpo era idéntica a como la recordaba, lo que cambiaba era el cadáver al que se aferraba Genya, en lugar de sostener el pequeño cuerpo de uno de sus hermanos se aferraba a un hombre de cabellos oscuros y mirada azulada que carecía de vida, como si el alma hubiera abandonado el cuerpo a través de los ojos.

Era su Giyuu.

Aquella escena volvía a su mente cada vez que pensaba que podría estar haciendo su pareja. Era una tortura sutil pero efectiva por parte de su mente.

━━━ A la mierda ya no aguanto más...━━━ Dijo en un tono claramente enojado mientras caminaba en dirección a la habitación para poder cambiar su ropa y poder tomar su katana.

Abrió la puerta con fuerza causando que el piso temblara levemente y que el cuervo que descansaba todavía sobre el mueble despertará con un gran susto encima.

Se cambió con prisas acomodando su katana en su cinturon. El cuervo pareció comprender las acciones del albino, abrió sus alas oscuras preparándose para emprender vuelo mientras Sanemi terminaba de cambiarse y en menos de lo esperado ambos ya caminaban a las afueras del hogar cruzando los árboles de glicinas que creaban una barrera natural que ocultaba la finca de los ojos curiosos.