Narradora
15 años antes del prólogo.
Hacé años habían dos reinos, Coloma
Y Balorand, vivían en paz pero el antiguo rey de Balorand al codiciar las riquezas de Coloma iniciaron una guerra.Pueblo tras pueblo fue masacrado, los habitantes de la capital de Coloma lograron escapar al bosque, y los guerreros de Balorand los dieron por muertos.
Los pobres colomenses desamparados en el bosque estando a un suspiro de la muerte, fueron bendecidos.
Los angeles del cielo al ver su sufrimiento se apiadaron de ellos y les dejaron una fuente de agua divina.
Ellos al encontrar la fuente sin dudar bebieron de ella y decidieron quedarse juntos junto a la fuente.
Pocas horas después todas las personas que habían tomado del agua desarrollaron un poder, un elemento.
Desde ese entonces al cumplir los 18 años se realiza una ceremonia para poder descubrir su elemento.
Actualidad
Eyden
Corrí hacia el grito para encontrarme con una chica siendo atacada por unos lobos.
Actúe rápido y trepe a un árbol y cuando estaba sobre los lobos me lanze sobre ellos, caí sobre una puse mis brazos alrededor de su cuello, me sostuve lo más que pude, hasta que me caí.
Tomé dos ramas con muchas hojas para hacerme ver más grande y los ahuyenté.
Sonreí victoriosa y corrí con la chica que estaba desmayada la cargué y corrí lo más rápido que pude hasta el pueblo aunque su cabello rizado me lo dificultaba un poco.
Fui a la clínica para ver a mi mamá ya que ella es la doctora del pueblo.
-¡MAMA, RÁPIDO ES UNA EMERGENCIA!- grité y de inmediato mi mamá salió de su oficina y se alarmó al ver a la chica en mis brazos.
-¡¿QUE RAYOS PASO?!- grito mi mamá poniendo a la chica en una camilla para empezar a tratarla.
-La atacaron los lobos - dije lo más calmada que pude.
-Ok necesito que salgas pará sanarla - dijo mi mamá y asentí para salir de hay.
Paso media hora antes de que mi mamá me dijera, que me quedara aquí y acompañara a la chica y obviamente accedí.
Me quedé junto a ella, esperando a que se despertará.
Y me quedé viéndola preocupada, ví su cabello rojo y rizado muy bonito, su rostro con algunas pecas en sus mejillas, tome un libro del estante y comencé a leer.
Paré de leer cuando escuché abrir la puerta , eran mi mamá, mi papá y ¡¿El jefe de la aldea?!
Me levanté rápido para mostrar respetó, a lo que el correspondió poniendo su mano en mi cabeza.
- Tengo entendido que tú salvaste a esa niña ¿No? - preguntó el viéndome a los ojos.
- Si, no pude evitar ayudar a alguien en problemas-
Pude ver las miradas de orgullo de mis padres lo que me hizo sonreír.
-¡¿Dónde estoy?!- todos dirigimos nuestras miradas hacia la voz que era de la chica que salve -¡¿ Quienes son ustedes?!- dijo con entrando en pánico.
- Tranquila niña- dijo el jefe acercándose lentamente a la chica.
- ¡ No sé acerque!- dijo tomando algo de la mesita junto a la camilla.
Para evitar cualquier cosa, me puse delante del jefe.
- tranquila, se agradecida, yo te salvé de los lobos- dije con orgullo, a lo que ella pareció confundida y sorprendida.