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Narra Eyden
Me quedé ahí llorando por una hora, pensando en su cara de miedo y decepción.
A pesar de que solo la conocí por un par de horas, sentí una gran conexión con ella, nunca había tenido tanto en común con alguien.
Escuché pasos acercándose a mi, eran mis padres.
- Eyden, que alivio te estábamos buscando - dijo mi mamá poniendo su mano en su pecho.
Yo solo levanté mi cara, ellos se preocuparon, seguramente tenía los ojos rojos he hinchados.
- ¿Que pasa mi amor? - dijo mi mamá poniendo sus manos en mis mejillas.
- Se la llevaron al calabozo- dije con la voz levemente ronca.
- ¿Que? ¿A quien?- pregunto mi papá preocupado.
- Amber, se la llevaron al calabozo, por favor ayúdeme a sacarla de hay- dije levantándome y abrazando a mi mamá.
- Cariño, no podemos, ella es de Balorand, si sale podrá regresar allá y decirles a todos, estaríamos en peligro- dijo papá acercándose a nosotras - vamos a casa-
No quería ir a casa, quería saber que ella estaba bien, que no estaba herida, pero no podía hacer nada.
Solo asentí, me levanté y camine por delante de mis padres hacía mi casa, que estaba cerca de la clínica.
Apenas entre mi hermanito, Emil se abalanzó sobre mi, este niño es un demonio.
- Hermanita ¿Dónde estabas? - pregunto mirándome a los ojos - ¿Que tienes?
- No quiero hablar de eso Emil-
-¿Ok? Pero ven a jugar conmigo- no podía decirle que no.
- Ok pero solo por un rato- dije sonriendo le.
- ¡SI!- dijo con emoción corriendo para buscar su caja de juguetes
- Este niño nunca va a cambiar- dije sonriendo olvidado mi tristeza, hasta que miré mis manos que tenía un poco de barro.
Debí ensuciarme cuando salvé a Amber
Me siento decepcionada de mi misma, normalmente soy valiente y guerrera, pero.
¿Por qué me congelé?
Esa pregunta ronda en mi cabeza cada segundo.
Emil volvió con unos soldaditos de madera, con sus pequeñas espadas, y unos pequeños caballitos que son de los soldaditos.
Me puse a jugar con el para que no notará mi tristeza.
Terminamos de jugar y me fui a dar un baño.
Tomé un balde lo llené con agua y utilice un pote para hechar me el agua.
Terminé de bañarme, y me fui a mi cuarto a leer, la escuela todavía no abre hasta el mes que sigue, así que no tengo actividades.
Mi mamá me llamo para cenar.
Pude sentir la mirada de mamá y papá durante toda la cena, no les dirigí la mirada.
Terminé de comer rapido lave mi plato, y fui a mi cuarto.
Solo podía pensar en que no ayudé a Amber,.me sentía tan culpable, tengo que encontrar una forma de sacarla de hay.
Pasé tanto tiempo pensando en eso que no me di cuenta de que ya eran las 10:00 de la noche.
