La noticia del combate mixto se extendió como un incendio en el backstage. El primer enfrentamiento de Jey y Rhea como pareja oficial dentro del ring generaba expectación tanto entre los fans como entre sus compañeros. WWE había elegido bien a sus oponentes: Seth Rollins y Becky Lynch, una pareja legendaria dentro y fuera del ring, cuyo poder y química eran innegables. El enfrentamiento prometía ser una batalla de talento, carisma y trabajo en equipo. Pero, para Jey y Rhea, también era una prueba. ¿Podrían ellos funcionar igual de bien juntos en el ring como lo hacían fuera de él?La semana antes del combate fue intensa. Entrenaban juntos, buscando equilibrar sus estilos. Jey, con su agilidad, técnica y experiencia en combates en equipo, y Rhea, con su fuerza bruta y su agresividad imparable. Sabían que trabajar juntos no sería sencillo, pero confiaban en que su conexión emocional los guiaría.
El día del combate llegó más rápido de lo que esperaban. La arena estaba repleta, los carteles de los fans ondeaban en las gradas, y las luces brillaban sobre el ring como un escenario de teatro listo para la acción. El ambiente estaba cargado de emoción, la tensión palpable mientras esperaban en el backstage.
Jey: Todo saldrá bien —dijo el, ajustándose las vendas en las muñecas mientras lanzaba una mirada hacia Rhea. Sus ojos, a pesar de la dureza que mostraba al público, revelaban una leve inseguridad.
Rhea: Lo sé —respondió ella, aunque dentro de ella también sentía una presión abrumadora. La expectativa de demostrar que podían funcionar como pareja, no solo en su vida privada sino frente a millones de personas, la tenía en vilo. Pero al mismo tiempo, la impulsaba. Sabía que, si alguien podía apoyarla y pelear a su lado, era Jey.
El anuncio de su entrada resonó en el estadio, y juntos caminaron hacia el ring. El rugido de la multitud era ensordecedor, una mezcla de aplausos y vítores, aunque también había abucheos. Estaban acostumbrados a polarizar opiniones, pero esta vez era diferente. Las miradas no solo estaban en ellos como luchadores, sino como pareja. Los ojos de millones de espectadores los observaban, buscando cualquier signo de debilidad, cualquier indicio de que su relación podría fallar en el escenario que más importaba.
Seth Rollins y Becky Lynch ya estaban en el ring, intercambiando miradas cómplices. Eran la pareja dorada de la WWE, y no solo representaban un desafío físico, sino también uno psicológico. Ellos ya habían demostrado que podían ser una pareja poderosa dentro y fuera del ring. Ahora, Jey y Rhea tenían que hacer lo mismo.
El combate comenzó con un enfrentamiento entre Seth y Jey. La velocidad y técnica de ambos luchadores ofrecieron un espectáculo impresionante. Jey, con su agilidad y estilo volador, logró sorprender a Seth en varias ocasiones, pero Rollins era un maestro del ring. Cada vez que parecía que Jey tomaba el control, Seth respondía con una maniobra rápida y precisa, recordándole a todos por qué era uno de los mejores.
Cuando llegó el turno de Rhea y Becky, el estadio estalló. La rivalidad entre ambas se había intensificado en los últimos meses, y este combate era el clímax de esa tensión. Rhea, con su fuerza descomunal, intentó dominar a Becky desde el principio, lanzándola con poderosas suplex y sometiéndola con llaves de fuerza bruta. Pero Becky, la "The Man", no se dejó intimidar. Con su experiencia y astucia, contrarrestó los ataques de Rhea, luchando con la ferocidad que la había llevado a la cima de la división femenina.
El combate avanzaba, y aunque Jey y Rhea demostraban una increíble química en el ring, las cosas no salían como esperaban. Seth y Becky, con su experiencia y compenetración como equipo, lograron superar a la pareja en varias ocasiones. Hubo momentos en los que la frustración comenzó a apoderarse de Jey, especialmente cuando veía que Seth evitaba cada uno de sus intentos de finalización.