Renacer - NoRen

I

Renjun estaba sentado en la cama, observando cómo Jeno se movía en la cocina con esa calma que tanto lo caracterizaba. Las luces suaves del amanecer se colaban por la ventana, delineando la silueta de Jeno mientras preparaba café. Todo parecía tranquilo, pero en el fondo de su mente, Renjun no podía dejar de pensar en la historia que había conducido a ese momento.

No había estado presente durante las constantes peleas que marcaron el final de la relación de Jeno con su exnovio, pero conocía cada detalle. Conocía la angustia y la desesperación que Jeno había sentido mientras intentaba rescatar una relación que se caía a pedazos. Recordaba las veces que se quedaron hablando hasta la madrugada, cuando Jeno le confesaba cómo se sentía dividido entre el deseo de luchar y la inevitable sensación de que todo estaba condenado al fracaso.

Renjun apretó los labios, sintiendo un leve pinchazo de culpa. Había escuchado todo como un amigo que quiere consolar, mientras en su interior crecía una emoción que no podía compartir. Pero era imposible no haberse enamorado de Jeno cuando lo veía luchar tan valientemente por alguien que, a pesar de todo, seguía lastimándolo.

La relación anterior de Jeno había sido una montaña rusa de emociones intensas: amor apasionado y discusiones cargadas de palabras hirientes que solo se decían cuando el dolor ya era insoportable. Y aunque Renjun no había sido testigo directo de esos momentos, las cicatrices que dejaron en Jeno eran visibles en cada inseguridad que aún guardaba, en cada mirada que a veces se perdía como si estuviera buscando algo que nunca encontró.

Ahora, Renjun compartía su vida con Jeno, pero a menudo se preguntaba si él sería capaz de hacer feliz a alguien que había estado tan destrozado. Jeno se esforzaba cada día por demostrarle su amor, susurrándole palabras dulces y haciendo gestos pequeños que hablaban de un cariño sincero. Sin embargo, la sombra de la relación pasada siempre se cernía sobre ellos.

Sabía que Jeno alguna vez había sido feliz con otra persona, tan feliz que incluso después de que todo se desmoronó, aún buscaba excusas para aferrarse a los recuerdos. Renjun lo entendía. Aunque el tiempo rompiera el corazón de Jeno, él seguía atesorando esos momentos en los que todo había sido perfecto. Y Renjun... él se sentía un intruso en esa historia, alguien que había aparecido cuando las ruinas ya estaban esparcidas por el suelo.

Suspiró, apartando la mirada cuando Jeno se giró para mirarlo. La sonrisa del chico aún llevaba rastros de algo que Renjun no podía definir. Había algo en la manera en que Jeno lo miraba, como si quisiera borrar todo el dolor del pasado, como si realmente estuviera decidido a amarlo sin reservas. Pero Renjun no podía dejar de pensar que él solo había llegado para recoger los pedazos rotos.

—¿En qué piensas? —preguntó Jeno suavemente, acercándose con dos tazas de café. Se sentó a su lado y le ofreció una.

Renjun lo miró a los ojos, esos ojos que alguna vez lloraron por alguien más. Negó con la cabeza y sonrió, sabiendo que Jeno merecía la verdad, pero sin poder expresarla del todo.

—Solo estoy recordando... lo lejos que hemos llegado —murmuró, tomando un sorbo de café. El calor del líquido contrastaba con el frío en su pecho.

Jeno entrecerró los ojos, pero no insistió. Renjun agradeció ese gesto, porque no sabía cómo explicar que, aunque no había estado allí en la peor parte de la vida de Jeno, de alguna manera sentía que podía experimentar su dolor. Cada sonrisa rota y cada lágrima derramada que Jeno había compartido antes de que ellos fueran algo más.

Porque aunque las cosas se desmoronan y el tiempo rompe corazones, las cicatrices se quedan. Y Renjun solo deseaba que un día, Jeno dejara de sentir ese peso en su alma. Que, a su lado, finalmente pudiera volver a ser feliz, sin la carga del pasado, sin ese dolor que Renjun conocía muy bien, aunque nunca lo hubiera visto en persona.

☾

—"Las cosas se desmoronan y el tiempo rompe tu corazón. Yo no estuve ahí, pero lo sé"