ghost story ; 2yeon

01: Antes de la pesadilla.

Aquella noche, Nayeon y Jeongyeon se recostaron en su cama, riendo y rememorando algunas de sus anécdotas más lindas. Estaban muy ilusionadas de al fin poder unirse tan simbólicamente como lo era para ellas el matrimonio, aunque al siguiente día todo sería mucho mejor planificado, con su familia y seres queridos, querían algo íntimo. Tenían dos anillos que ambas hicieron a mano en un taller al que asistieron en pareja en una de sus recientes vacaciones. Estaban hechos de plata, con un lindo grabado de la fecha en la que comenzaron a salir en la parte interna de la joya, en el medio resaltaba una bonita piedra del color favorito de cada una. Jeongyeon recibiría la piedra de color verde, su favorita; mientras que Nayeon, una de color azul.

Jeongyeon se levantó con emoción, rebuscando las piezas en sus cajones, y aparte de eso, una carta que preparó con anticipación para poder sorprender a Nayeon. Ambas se sentaron en el medio de la cama, mirándose de frente con una gran sonrisa en sus rostros.

— Sé que no acordamos nada más para hoy, pero te escribí una carta... —Jeongyeon esperaba que aquella declaración causara algo totalmente distinto, pero al contrario de lo que ella creía, fue sorprendida por Nayeon, que sacaba un lindo sobre decorado por debajo de su pijama—. ¿También escribiste una?

— Al parecer, dos grandes mentes piensan igual —al oír sus palabras, la risa de Jeongyeon resonó por toda la habitación, ocasionando que el corazón de su mujer latiera con fuerza y emoción.

— Que sean nuestros votos, entonces.

Y así lo acordaron. Jeongyeon leyó su carta en voz alta, siendo iluminada solo por la cálida luz de la lámpara en el lado de Nayeon. La carta expresaba su más profundo amor, los secretos compartidos, y los grandes sentimientos que la compañía de su gran amor le generaban desde memorables tiempos. La emoción las golpeó a ambas, y las lágrimas corrieron por sus mejillas con rapidez. Cuando Jeongyeon finalizó su carta, colocó el anillo en el dedo de Nayeon; sus ojos brillantes por las lágrimas que amenazaban con salir, y por estar cumpliendo su más grande sueño en la oscuridad de la noche, siendo la luna la única testigo de su amor. Al siguiente día, todo esto sería repetido en frente de todos sus invitados, siendo el sol quien las acompañase en lugar de la luna, y teniendo sus nombres uno al lado del otro en un papel que comprobase su unión.

Fue el turno de Nayeon para leer su carta, una emotiva carta de la que su mente decidió bloquear todo recuerdo después de que Jeongyeon se marchó. Sabía que le decía lo tan especial que su amor era en su vida, le confesaba sus más grandes temores, sus deseos, y todo lo que su corazón albergaba como sentimiento por ella. Era una carta hermosa, una carta que las hizo llorar a ambas, con anillos puestos en sus dedos. Se casaron simbólicamente, eran esposas, pese a que un papel no les diera el crédito de ello aún.