06: Cita.

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Aquel mismo día, utilizamos las ropas más elegantes y especiales que teníamos en nuestro armario. Mi vestido rojo, largo y con un lindo escote, en conjunto con mis tacones del mismo color, hicieron que mi estado fuese mejor. No me veía tan mal, pese a que quizá mi tono pálido y mis ojeras aún no se han ido. El vestido me quedó mucho más suelto de lo que debería, dejándome un tanto triste; me descuidé demasiado, y ahora sé que eso no estuvo bien, hizo falta que me viese a mí misma en el espejo para saber que me había sumido en un lugar al que no quiero volver. Jeongyeon, en cambio, se aseguró de decirme que todo iba a estar bien, que pronto volvería a verme igual que antes, porque ella se aseguraría de cocinar todos los días para mantenerme bien alimentada.

Ella se veía preciosa, con un vestido celeste, largo, con la espalda descubierta y un escote en forma de corazón, sus tacones la hacían ver más alta de lo que ya es, y su cabello, ahora ondulado, le daban un reflejo elegante. Ella, como siempre, ha logrado remover cada parte en mi interior, enamorándome cada vez más. Con sus labios rojos, besó mi mejilla, mas no dejó ni un rastro de su labial. Su vestido le quedaba a la perfección, resaltando su belleza aún más, como si eso fuese posible.

Nos sentamos en nuestro comedor, ella colocó unas velas y flores en el centro de la mesa, y sirvió la comida para las dos.

Al probar el primer bocado, me sentí con mucha más hambre que antes. Estaba delicioso, haciéndome recordar porqué era ella la que se dedicaba a cocinar la mayoría de las veces. Con solo una probada me llevó al cielo; la única razón por la que regresé a tierra fue para poder seguir saboreando esta maravilla culinaria que mi esposa ha cocinado por mí.

«Esposa», aunque no hayamos llegado a concretarlo como queríamos.

Probablemente, ahora que ella ha vuelto, podremos retomar nuestros planes de llegar al altar.

— ¿Quieres que nos casemos? —le pregunté con timidez; ella sonrió, ocasionando que sus ojos se ocultasen.

— Me encantaría... —su sonrisa se volvió nostálgica al recordar aquella noche en la que tuvimos nuestra ceremonia simbólica bajo la luz de la luna. Todo su rostro reflejaba un conflicto interior que, por supuesto, no me permitió conocer.

El solo pensar en que estamos juntas nuevamente revuelve todo mi interior, y en definitiva, quiero retomar todos los planes que dejamos en pausa. Sé que ella también lo desea, pero, por alguna razón que desconozco, lleva un conflicto interno cada vez que le menciono mis intenciones de volver a tener una vida junto a ella.

Probablemente sea la misma razón que la llevó a dejarme.

Aunque quiero creer que eso ya no tiene mayor importancia.

ghost story ; 2yeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora