Un Gigante Extraño [Thomas Hewitt X Tu]

capitulo:22

¡CRINGE ALERT!
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Respiré profundamente, tratando de calmar mi corazón acelerado mientras veía a Thomas salir del baño.

Su pecho ancho y musculoso brillaba con gotas de agua, y sentí una oleada de lujuria correr por mis venas. Antes de poder dudar de mí misma, me encontré cruzando la habitación para pararme frente a él.

Thomas me miró, sus ojos ocultos detrás de su máscara pero su intensa mirada atravesando todo mi cuerpo.

Tragué saliva con fuerza, mi boca repentinamente seca.

-Oye-

logré decir, mi voz apenas por encima de un susurro. No respondió, sino que extendió la mano para agarrar suavemente mi barbilla con una mano grande.

Sentí un escalofrío recorrer mi columna vertebral cuando su pulgar rozó mi labio inferior.

Thomas se inclinó, su rostro a centímetros del mío, y pude oler su aroma limpio y jabonoso. Mi respiración se atascó en mi garganta cuando me di cuenta de lo que estaba a punto de suceder.

Estaba aterrorizada, pero una parte de mí, una parte profunda y primaria, estaba emocionada, ansiosa incluso.

Nunca había estado con un hombre antes, y la idea de experimentar placer por primera vez con Thomas me repelía y me atraía al mismo tiempo.La mano de Thomas estaba cálida contra mi piel mientras inclinaba mi cabeza hacia arriba para encontrar su mirada.
         
     Mi corazón latía con fuerza en mi pecho, una mezcla de miedo y anticipación recorriendo mi cuerpo. Sabía que debía resistirme a esto, luchar contra mi captor, pero mientras miraba el rostro enmascarado de Thomas, todo en lo que podía pensar era en su dura longitud presionando contra mi vientre. Era enorme, y me pregunté cómo se sentiría tenerlo dentro de mí.

Antes de que pudiera pensar demasiado en las cosas, los labios de Thomas se aplastaron contra los míos en un beso feroz y dominante. Olía tan bien, como a ropa limpia y almizcle. Me derretí en el beso, mi cuerpo se movió por su propia cuenta para presionarse más cerca del suyo.

Se me escapó un gemido cuando la mano libre de Thomas se deslizó hacia abajo para tocar mi pecho a través de mi camisa. Nunca me habían tocado así antes, y se sintió increíble. Interrumpiendo el beso, Thomas gruñó bajo en su garganta y abrió mi camisa, haciendo que los botones volaran.

Jadeé cuando el aire frío tocó mi piel desnuda y la mirada ardiente de Thomas recorrió mis pechos. Estiró la mano para tocarme los senos y los apretó con fuerza antes de rodearme la cintura con un brazo para apretarme contra él.

Gemí y me retorcí bajo el tacto de Thomas, mi camisa ahora estaba hecha jirones alrededor de mi cintura.

Sus manos estaban por todas partes, manoseando mis pechos, apretando mi trasero, arrancando mis jeans para revelar las frágiles bragas de encaje que llevaba.

Debería haber estado luchando contra él, pero estaba demasiado lejos, demasiado ansiosa por las sensaciones que estaba provocando en mi cuerpo inexperto.

Thomas me arrojó sobre la cama, su gran cuerpo cubriendo el mío. Se alineó entre mis muslos, el bulto en sus pantalones presionando contra mi área más íntima.

Me sentí tan pequeña e indefensa debajo de él, a merced de su toque.
         Thomas se inclinó para tirar de mis bragas a un lado, y me tensé cuando sentí su aliento caliente en mi sexo expuesto. Antes de que pudiera protestar, se abalanzó hacia adelante, enterrando su rostro entre mis muslos.

Grité cuando Thomas se agachó sobre mí, su lengua lamiendo y pinchando mis lugares más sensibles. Fue tan intenso, tan abrumador y no estaba segura de si me gustaba.