La Propuesta Del Mafioso #1 Sangre Y Amor

04

Rohus:

Mamá... regresa..¡Mamá!

Desperté después de una pesadilla, estaba en pánico y no sabía la razón, agarre mi teléfono mirando la hora.

10:00am

Empeze a revisar mis redes sociales, recostando mi espalda en la cama otra vez, se me había quitado totalmente el sueño.

-señorita, buen día, veo que ya despertó- dijo Alexa entrando en la habitación..

-buen día -salude con voz un poco seca.

-buen día, aquí tiene- me regreso el saludo alegremente y me dió un vaso de agua- ¿Que desea de desayuno?

Waffles

-solo leche y unas tostadas con aguacate y yogurt integral por favor Alexa- dije tomando el agua.

-¿Sólo eso señorita?

-si, solo eso, ¿Mi padre está en casa?

-no, su padre salió temprano, pero dijo que estaría aquí para la cena.

-bien, y ¿Mi hermano?

-él aún está dormido, estuvo hasta altas horas de la noche con su padre en la oficina.

-ok gracias, puedes retirarte.

-señorita -me llamo antes de que salga de la habitación

-dime

-su padre me dijo que le informara que..el joven Simón va a venir a almorzar a las 2:30.

Coño, ¿No tiene nada mejor que hacer?

-ok, no ahí problema -dije fingiendo tranquilidad -dile al chef que preparé de entrada sushi y pasta a la francesa.

-como diga señorita -Alexa salió y me quedé unos segundos mirando la puerta por la que había salido.

¿Cómo es que tiene tanto potencial las mañanas?.

Decidí levantarme, mirándome un momento al espejo, para después buscar ropa deportiva en mi clóset para ir al gimnasio que teníamos en casa.

Salí de mi habitación y en el pasillo que encontré con Keir.

-buen día lagartija ¿Dormiste bien?, hermana.

-hola, sí dormí bien gracias.

-bien, ¿Ya desayunaste?

-no, de echo ahora voy al gimnasio.

-ok, yo voy a desayunar y voy a estar en mi estudio si necesitas algo, y...no deberías hacer ejercicio sin nada en el estómago.

Asentí y me dirigí al fondo de la mansión, en dónde había un gimnasio, puse música en mi teléfono y empece con mi rutina diaria de 50 minutos.

-señorita ¿Dónde desea desayunar? -entro Alexa al gimnasio.

-hola- dije con la respiración agitada- voy a comer en el comedor, me baño y voy y llévame una lata de monster a mi habitación por favor.

Alexa asintió y salio del gimnasio, dejándome sola, me senté en un sillón hasta recuperar el aliento, tomando agua.

Minutos después agarre mi teléfono y fui a mi habitación, entrando al baño a bañarme, para quitar el sudor de mi cuerpo.

Después de 15 minutos salí del baño con una toalla en el cuerpo y otra en la cabeza, en mi clóset agarre unos shorts blancos y una blusa verde pastel, con zapatillas igual de blancas, solo me desenrede el cabello, me puse mis productos para cuidar mi cabello y piel y baje al comedor, encontrandolo  completamente vacío, me acerque al asiento en dónde estaba acomodado los cubiertos y empezando a comer mientras me entretenía en mi teléfono.

Estuve revisando Instagram hasta que que una cuenta me llamo la atención.

Simón Leggio.

Empecé a revisar su perfil.

Quien diría que eres fumador y te gustan las moto...¿Será que no le gustan los autos?, ¿Quién pone descripción de frases de libros?...¿Quien soy yo para juzgar? en primer lugar.

No tenía muchas publicaciones ni historias, pero al menos sabía que fuma y maneja moto.

Mínimo sé algo

Termine de desayunar y fui a mi habitación la cuál al entrar noté que ya estaba ordenada y limpia, volví a mi closet y me cambie los shorts por un pantalón sencillo negro, salí de mi cuarto y fui al estudio de mi hermano.

-Keir- llame a mi hermano desde la puerta

-¿Qué pasa?- pregunto él desde adentro.

-voy a ir a montar un rato a Bleir- dije desde la puerta, refiriéndome a mi yegua que estaba en un establo privado, que quedaba a 15 minutos de la ciudad.

-ve con cuidado-dijo y se quedó en silencio.

Me despedí y fui rápidamente afuera de la mansión, viendo a Alejandro hablar con otros hombres.

-Alejandro -llame acercándome- llévame porfavor a la campiña en dónde está el establo de Bleir.

Alejandro se quedó unos segundos recordando hasta que habló.

-claro- sonrió y me abrió la puerta de uno de los autos, para que subiera.

Asentí y me subí al auto, cerrando la puerta y poniendome mis audífonos, escuchando música hasta que llegáramos, mirando por la ventana.

-ven a recogerme a las 2pm por favor- dije antes de bajarme cuando llegamos.

-claro señorita, aquí estaré a esa hora.

Sonrei y cerré la puerta del auto, dirigiéndome hacia la puerta del establo, en dónde estaba recargado en la pared mi tutor de equitación.

-licenciado Robert, buen día -salude estrechando mi mano con la suya.

-¿Qué tal gringa?- saludó él

-bien gracias

-¿A quien vienes a montar?

-pensaba en entrenar hoy a Bleir

-creo que debiste haberme avisado antes de que querias montar a Bleir, ya le dimos de comer.

-entonces a Dakota

Robert asintió y entramos al establo, encontrándonos a todos los caballos, separados por cubículos.