Llegaste a mi vida

Capítulo 7: Te quiero

El día del baile llego y Lilly estaba ondulando su cabello pues sintió que la ocasión lo americanista a pesar de todo el revuelo de emociones por el q estaba pasando se sentía entusiasmada pues esta noche no seria tan mala, había puesto su viejo radio para no sentir el silencio del ambiente, una canción medio cursi empezó a sonar, ella desconocía de la música actual, sin embargo la letra llego a su corazón.

Al terminar de ondularse el cabello saco su vestido celeste, este le llegaba al tobillo, tenia un escote en forma de corazón y un poco de pedrería en la parte superior, para complementar su vestuario había decidido usar unos tacones color plata junto con una capa azul por el frio, debía reconocer que esa noche se veía hermosa.

Ella misma se miraba al espejo y no reconocía a aquella mujer, mientras decidió aplicarse su brillo labial, aunque estar retocando un poco alguien llamo a la puerta, por lo que tomo su bolso y se apresuró a bajar para no dejar esperando a Eduardo, al abrir la puerta pudo ver que traía un ramo de rosas azules.

Eduardo: Luces muy bonita – menciono perplejo – mira te traje estas rosas.

Lilly: Gracias, pero ¿Por qué azules?

Eduardo: Bueno con obsérvate pude deducir ciertas cosas y una de ellas es que tu color favorito es el azul y por lo que veo no me equivoque – sonrió, pero la castaña a pesar de poner la mejor cara por dentro se sentía un poco asustada.

Lilly: Gracias – las dejo en la mesa de su sala.

Eduardo: Pero no hay que perder el tiempo, esta noche te espera una de la mejores noches – se acerco a la puerta de su coche y la abrió para ella.

Lilly: Gracias – se sintió un poco extraña al subir.

Por lo mientras Gerardo estaba en la puerta de su mejor amiga con el humor por los suelos, pero su amiga lo necesitaba así que ahí estaba tocando a su puerta con un traje de color negro y camisa de cuello de tortuga del mismo color, al abrirse la puerta pudo ver a Patricia con el cabello recogido en un moño y un vestido color violeta con escote recto y sus hombros al descubierto.

Patricia: Ay ahora si te luciste – río.

Gerardo: Se que es importante para ti, asi que aquí estamos.

Patricia: Pero quita esa cara parece que vas a un funeral en lugar de un baile.

Gerardo: Hare el mejor esfuerzo – suspiro para proceder a abrirle la puerta del carro.

Sin mas partieron camino para ir al famoso baile, Lilly por un lado se sentía incomoda pues Eduardo no paraba de observarla, ella trataba de distraerse contemplando las calles a través de la ventana del auto. Por otro lado los amigos iban charlando con total calma, prácticamente se conocían desde adolescente y su amistad a perdurado desde ese entonces.

Los primeros en llegar al lugar fueron Lilly y Eduardo que el al momento de bajar se tomo el atrevimiento de entrelazar su brazo con el de ella para mantener cercanía, la castaña solo para mantener las cosas en paz no dijo nada, pero sus ojos reflejaban esa incomodidad de estar tan pegada a el.

Al entrar muchos los observaron pues vaya que no esperaban ver a Lilly esa noche y menos del brazo con Eduardo, sabían que el tipo era insistente, pero de eso a que la castaña accediera ya era otra cosa, esas miradas incomodaron a la castaña por lo que jalo a Eduardo para irse a sentar a una mesa.

Eduardo: ¿Estas bien?

Lilly: Si solo que no estoy acostumbrada a que me miren de esa manera – volteo hacia atrás y vio que los presentes desviaron su atención por lo que suspiro tranquila.

Mientras tanto Gerardo y Patricia iban llegando al lugar, ambos entraron y de nuevo la gente no pudo evitar mirar al acompañante de Patricia pues sentían que el no seria el tipo de hombre con el que saldría. Lilly no presto atención y estaba de espaldas a la situación, pero Eduardo comenzó a reír cosa que llamo la atención.