Capítulo 1.

307 38 2
                                    

¿Como hago?, Luisito.

Sos hermoso, dame una señal para acercarme, por favor.

Los pies de Franco dudaron, pero más era el impulso tonto de convertirse en el amigo de Lewis, al menos intentarlo. De hecho, suena raro. Él quería conocerlo a fondo, sentirse importante y visto en un mar de diversos pilotos que lo admiran.

¿Pero él es especial?.

Duda, algo sigue sembrandose en el que no le permite pasar, ese miedo intermitente que daña toda su autoestima. Graciosamente ahora no sabe si tiene ganas de vomitar nuevamente por el calor de Singapur o por tener a Luisito cerca. Casi que puede observar sus manos temblar, su vista baja le impide ver por completo observar el cuerpo por completo de su ídolo parándose en la esquina de ese remolque. Su estómago se retuerce y los esfuerzos sobrehumanos para no colapsar allí mismo lo dejan más exahusto. Sin exagerar era la carrera más difícil que ha tenido.

Se giró sobre su propio eje, buscando charla con alguien o simplemente para ver si alguno de los pilotos estaban solos. Irónicamente era el único en pie, en silencio y mirando por doquier. Se avergüenza al notar aquello, pero pronto deja de darle miedo pensar que está haciendo el ridículo.

Sabe que Lewis está allí, eso simplemente lo calma.

Na, mira si la cago y digo alguna pelotudez. Me saca cagando Luis. Pensó.

Puede escuchar no muy lejos unas risas que cada vez se hacen más fuertes con el pasar de los segundos. Gira la cabeza para ver de dónde provienen, pero le choca observar ahora que Ollie lo estaba vigilando, no despegaba los ojos de su persona y su mirada estaba intimidandolo.

Cruzan miradas, pero Franco no sabe a dónde recurrir al sentir un malestar en su pecho. Puede decir que no eran sus pulsaciones aceleradas, era algo más profundo e inexplicable para pensar con seguridad que ese chico se traía algo oscuro entre manos.

ㅡ Franco.

Ese acento Británico.

Luisito.

ㅡ ¿Que estás haciendo, hombre?.

ㅡ Bueno... Eh. ㅡ Franco, deja de mirarlo como psicópata, pensó. ㅡ Estoy caminando un poco, ya sabés. ㅡ Dijo con su mejor sonrisa.

ㅡ Solo.

ㅡ Mejor solo que mal acompañado, ¿así es como lo dicen, verdad?.

Unos pequeños sonidos llamaron su atención de inmediato, era Lewis soltando algunas risas por su comentario tan absurdo. Atinó quedarse callado, sintiendo la tensión en todo su cuerpo.

ㅡ ¿Entonces eso quiere decir que no te gustaría tener mi compañía?. ㅡ Por alguna razón esos ojos marrones lo atravesaban en más profundo.

ㅡ ¿Qué?. ㅡ Respondió asustado. ㅡ Lewis, no, ¿que estás diciendo?. ㅡ Corrigió con nerviosismo. ㅡ Obviamente quiero estar contigo, digo, eres alguien muy agradable Luis.

No obstante casi se mata a si mismo. ¿Acaba de pronunciar ese nombre?, Dios mío. Estaba haciendo el ridículo, totalmente idiota. Se estaba detestando a si mismo en ese momento.

ㅡ Hace mucho que no escucho ese nombre.

Casi creyó estar empezando a transpirar frío por el miedo, pero mientras su expresión se desfiguraba tratando de explicarse a si mismo con pobres argumentos, Lewis lograba mantener la tranquilidad en el ambiente de alguna manera. No importaba si estaban rodeados de pilotos, o si el sintiera ganas de vomitar de vuelta.

Le daba miedo ese sentimiento, incertidumbre.

ㅡ Luis. ㅡ Repitió sonriendo nuevamente, pero sin dejar el nerviosismo atrás. ㅡ A mí también me gusta, de hecho, en Argentina muchos te llaman asi de cariño.

Candy | (Lewis Hamilton & Franco Colapinto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora