°OBSESIÓN°

Capítulo 6

      [Narrado explícito sexual]

_°Voces transparentes°_

La forma de pensar de Ignis sobre el sexo era algo que no muchos se imaginarían sobre él. Aunque era un ejemplo a seguir y daba una aura de rectitud, no todos pensarían que él tendría una mentalidad pura sobre las relaciones amorosas. Ignis jamás pensó en jugar con alguien solo para obtener placer, jamás sintió el deseo de ir más allá con una chica que no conociera. Él deseaba conocer a su chica ideal, tener una buena relación, llevar las cosas con calma y luego si el momento se daba darle su primer beso con el consentimiento de la persona a quien amara, incluso pensaba llegar virgen al matrimonio y tener su primera experiencia sexual en su luna de miel, pero gracias a Selena todo, absolutamente todo lo que pensaba sobre eso se desmoronó. El castillo, qué resguardaba sus más puros deseos, cayó hasta el fondo de un abismo. Él nunca pensó que el puro deseo del placer y la lujuria lo estarían tratando de controlar ahora.

El ojirubi se estaba debatiendo seriamente en lo que podía y no podía hacer debido a lo último que le quedaba de su moral. Esta aún persistía en existir, pues sin ella no podría haber rechazado a Selena como hizo hace poco. Pero aun así, sin siquiera estar presente, ella lo estaba torturando psicológicamente con sus más bajos instintos humanos.

Mentiría diciendo que nunca se había complacido a sí mismo y terminado con esa necesidad, pues hubo una que otra mañana en que lo inevitable sucedía y para calmar su repentina erección debía atenderla para que su día siguiera normal bajo el brillante sol. Pero jamás, nunca se imaginó en tener la prenda más íntima de una chica entre sus manos y tener la osadía de hacer tal cosa.

Eso había dejado a Ignis impactado. Pero lo necesitaba, realmente no podía soportarlo más. Desde que sintió sus besos apasionados y se montó sobre él sin dudar de nada, desde que su dulce aroma inundó su nariz y su boca comenzó a morder sus labios y pronunciar su nombre, desde que ella lo masajeó con sus caderas y hábilmente estímulo su miembro, desde entonces este ha estado palpitante y urgido de atención. Ahora mismo está apretando duramente sus pantalones pidiendo a gritos sus caricias.

Ignis apretó sus puños con fuerza, estaba conteniéndose con todo su ser, rechinaba sus dientes y pensaba en como antes no cayó en la necesidad de hacerlo mientras la complacía a ella, él se contuvo hábilmente para no intentar sobrepasar su juicio. Pero en este preciso momento el dolor era incesante, la necesidad era exigente y su mente se balanceaba al pensar en el valor de su moral. De pronto Ignis se dio cuenta de que ya era tarde para pensar en todo eso, y quería tirar al diablo todo. Así que aun resistiéndose y en un último intentó, el albino corrió desesperado hacia el baño, botando al suelo la prenda aún húmeda por los jugos de placer de su pelirroja. Se lavó el rostro con agua fría y observó en el espejo su cara sonrojada y hecha un desastre por su acosadora. Su cabello revuelto y cubierto con pequeñas gotas de agua cubrieron sus ojos, evitando así ver su desesperación. Pensó en darse un baño frío, pero sabía que aun así no funcionaria, incluso podría empeorarlo, él agarró con fuerza el lavado como para evitar dar un paso y espero a que el tiempo pasara, deseaba quedarse clavado ahí mismo hasta que su erección desistiera por sí sola. Pero como si fuera una maldición, un embrujo su rostro se venía a su cabeza y la sensación de sus caderas frotándose fervientemente, el sonido de sus jadeos jugando en sus oídos y la sensación de estar dentro de ella por primera vez lo inundaron, él recordó su expresión, su llanto, su cuerpo y la estreches de su interior. Ella se metió dentro de su pensamiento y lo hicieron enloquecer. De pronto y sorprendiéndolo, el rostro de su pelirroja se asomó por detrás y lo abrazo rodeando por el cuello, le soplo al oído y lo tentó sonriendo con malicia mientras lo observaba a través del reflejo del espejo.