Capítulo 5

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_°Ansiada Cita°_


[Narrado explícito sexual]
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En el amanecer del día siguiente los tenues rayos del sol chocaban con las cortinas azules de Ignis, quien dormía plácida y cómodamente en su cama, todo lo que había pasado el día anterior lo cansó y estreso tanto que al llegar a casa ignoró todo, incluso el trabajo pendiente de la universidad, tiro su chaqueta y se cambió rápidamente, luego fue a su habitación y cayó rendido a su almohada. El peliblanco durmió todo lo que pudo desde el atardecer de ese día, hasta ahora que su sueño se vio interrumpido al escuchar que alguien tocaba el timbre de su apartamento, temprano, apenas el sol tocó su ventana. Al principio no quiso hacer caso y se tapó la cabeza con su almohada, pero el sonido no se detenía, y para él resultó ser muy molesto. Tenía la costumbre de atender de inmediato por lo que ahora eso lo perturbo y decidió atender por más que no lo quisiera.

El cansado albino se levantó, llegó hasta la puerta y aun bostezando abrió con cuidado. Por un momento pensó en que Berr había llegado nuevamente a pedirle ayuda con urgencia, o quizás la señora Violet volvería a quejarse por algo que hizo, pero grande fue su sorpresa al ver a su acosadora vecina frente a él.

Sus ojos rojos no ocultaron su sorpresa, como si se hubiera olvidado de ella y todo lo pasado.

Selena, había llegado a ver a su príncipe blanco en la mañana. Su rostro reflejaba un poco de tristeza mezclado con una pizca de enojo, debido a la cara perpleja de su amado. Se preguntó si a él no le agradaba su llegada, pero no le importó. Ella deseaba verlo en persona ya que desde ayer que observó las cámaras de su cuarto el solo durmió sin siquiera moverse y se preocupo. Así que se arreglo justo al despertar y se apresuró para ir y hablar lo pendiente con su amado.

Selena vestía realmente bonita. Llevaba un hermoso vestido color crema que abrazaba su figura con delicadeza, la falda caía en forma de campana un poco arriba de sus rodillas, tenía pequeñas flores azules bordadas qué combinaba con sus ojos y su pecho lo adornaban tres botones qué daban la bienvenida a su disimulado escote. Al notarlo, Ignis se asombró y se perdió en su figura femenina, de pies a cabeza la admiro y pensó que era muy bonita.

¡¡NO!! No te distraigas Ignis... ¡Demonios! Necesito superar eso..." pensó el albino y se culpó así mismo por caer en sus encantos.

Luego se preguntó por su temprana llegada. Selena sin esperar más, se acercó repentinamente y se pegó a él, lo abrazo por su cintura y su rostro se hundió en su pecho.

Ignis se preocupó, pues no esperaba que se aferrara así tan rápido.

-¿Qu-Qué pasa...? ¿Qué haces aquí? Le preguntó.

-Te extrañé tanto, amor mío. Quería que las horas pasarán rápido para poder volver a verte. Además, me gustaría terminar lo que estábamos hablando ayer- dijo Selena, sintiéndose calmada al sostener su cuerpo.

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