Capitulo II

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Herido se dejó llevar por la rabia que lo consumía por dentro, como un pequeño cerillo encendido

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Herido se dejó llevar por la rabia que lo consumía por dentro, como un pequeño cerillo encendido.

Caminando de regreso a casa, Nox contaba con dos opciones. Y la primera de esas dos, es deshacerse de la llave dónde ni siquiera su propia sombra pudiera encontrarla. Mientras que la segunda opción, es averiguar qué es lo qué está llave abre.

Segado aún por la curiosidad, decidió hacer lo correcto y ocultar la llave bajó del porche de su casa.
Estaba seguro que nadie la encontraría justo ahí. Nadie, excepto él.

La curiosidad dentro de Nox, invadió su cabeza con preguntas que no lo dejarían dormir por semanas. Estaba seguro de que esa llave hablaba con él por las noches, en un lenguaje extraño y estremecedor. Difícil de entender, para un gato casi tan ignorante como él. Temía, que esto lo llevará a la locura o peor aún, a perder otra vida.
Aunque el miedo que sintió lo invadió por dentro, su curiosidad siempre será mucho más fuerte que su manera de razonar, ante situaciones peligrosas.

No lo dudo ni un minuto más, moría por saber qué es lo que abría esa misteriosa llave…

Después de pasar varios días intentando llegar a un  acuerdo con su curiosidad. Nox decidió salir con sus patitas traseras temblando de miedo, acompañado del sutil latido de su corazón que hacía aún más grande su ansiedad, al desenterrar su sentencia de muerte.

Sus pupilas se dilataron al presenciar el brillo estremecedor de la llave. Pero antes de que pudiera tomarla con sus afilados dientes de cazador nato. Un extraño gato naranja llegó corriendo rápidamente de la nada, y la tomó antes de que Nox pudiera hacerlo.

— Pensé que no te dejarías llevar por tú curiosidad. –dijo una voz detrás de él, muy similar a la de su subconsciente.

Nox se defendió con miedo, ante esa acusación diciéndo. — Soy un gato, la curiosidad en mi es hereditaria.

Nox dio vuelta su cabeza y respiro aliviado, al saber que eran los mismos tres gatos del callejón.

— ¿Qué hacen ustedes aquí? –preguntó confundido.

Aquel gato gris respondió con total frialdad. — Solo te estamos vigilando de lejos. –luego de rascar su mugrosa oreja él preguntó. — ¿Qué ibas a hacer con la llave?

Nox temeroso de meter la pata respondió con sutileza. — Solo quería asegurarme de que seguía en su lugar.

Su miedo a ser descubierto lo tenía preso de los nervios. Su sonrisa nerviosa, no engañaba ni a su sombra. Por qué detrás de la mirada de Nox se ocultaban sus verdaderas intenciones.

— No confío en él Egipto. –susurro el gato que se encontraba a su izquierda. Qué a simple vista parecía tener serios problemas con la ira.

Egipto no dijo ni una sola palabra, solo observo a nox de arriba hacia abajo. Cómo si estuviera analizando sus verdaderas intenciones.

— Creo que debemos dársela. –dijo Egipto — Está mucho más segura aquí.

Nox victorioso dió un pequeño salto de felicidad por dentro. Y aseguró que la llave se encontraba en buenas patas. Pero aquel gato naranja que sostenía la llave con su diminuta boca, se negó a darle la lleve a nox y con sus hermosos ojos brillosos dijo. — No voy a dársela, está mejor con nosotros. Siempre lo ha estado.

Ante eso Egipto preguntó lo siguiente. — ¿Aún quieres seguir poniendo en riesgo tú vida Cinderella?

— Si mi vida depende solo de eso lo haré.

Nox se encontraba en medio de dos panes. Está situación puso en marcha su habilidad de mentir.

Ante eso Nox preguntó apresurado. — ¿Será que podrán darme la llave?

Cinderella voltio a ver hacía los ojos de Nox y con su refinada voz preguntó. — ¿Y tú para qué quieres la llave?

El tartamudeo de Nox dejó las cosas en claro, su corazón de pollo había quedado anonadado con Cinderella. Su hermosa apariencia podía quebrar mil planetas.

— ¡Hey! Maldito imbécil mi hermana te hizo una pregunta.

Nox respiro con profundidad ignorando las palabras agresivas de aquel gato negro y respondió. — La quiero para evitarles un problema más.

— ¿De qué problemas hablas? Él mandará a sus hombres por tí. Si sabe que tú tienes su llave.

Nox preguntó confundido y asustado. — ¿De quién hablas?

Nox transmitía miedo, sus pupilas dilatadas hablaban por él, mientras escuchaba atento la historia de Egipto, quién vivió en carne propia el terror de morir seis veces seguidas.

El enigmático mensaje se hizo presente, la misteriosa llave comenzó a contar su propia historia y aquel lazo que la une entre la vida y la muerte.

Pero la ignorancia de Nox persevero y tuvo que preguntar. — ¿Y qué es lo que abre?

A lo cual Egipto respondió. — Un portal que une el mundo de los vivos con los muertos.

— Tenemos el tiempo contado. –dijo Cinderella. — Debemos ocultar la llave.

Las almas en pena, ocultas entre las sombras podían oler el miedo a kilómetros de distancia. La oscuridad ya no sé volvió un lugar seguro, la muerte acechaba sigilosamente entre suspiros, esperando pacientemente a qué se les agote la vida.

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⏰ Última actualización: Oct 03 ⏰

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La llave de las sombras El misterio del gato NoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora