Kimetsu no Kaisen/Jujustu no yaíba
Gojo al ser derrotado por Sukuna cae en un universo donde las maldiciones se convierte en demonios
Una nueva aventura por descubrir
Kokushibo por su parte estaba parado no podía ni atacar y su katana quien sabe que le hizo gojo pero sabía que debía estar en alerta y no dar un paso en falso o gojo lo golpearía de nuevo Gojo, con su característico vendaje en los ojos, lo desafiaba con una calma que desentonaba con la gravedad de la situación.
Gojo: kokushibo *comenzó Gojo* tienes dos opciones. Nos hablas sobre Muzan o te llevaremos a un lugar donde el sol brillará directamente sobre ti
Kokushibo soltó una carcajada que resonó en el valle. Era una risa extraña, una mezcla de amargura y desprecio
Kokushibo: Gojo Satoru, ¿de verdad crees que me puedes amenazar? He vivido siglos, he visto caer imperios. Tú y tus amigos son solo moscas zumbando alrededor de una llama
Tanjiro, con la determinación brillando en sus ojos, se adelantó.
Tanjiro: Kokushibo, por favor, escúchanos Muzan ha causado mucho sufrimiento ¡El debe ser detenido!
Kokushibo lo miró con una mezcla de lástima y desprecio ya que ese morrito le recordaba a su hermano yoriichi
Kokushibo: Sufrimiento... ¿Qué sabes tú de sufrimiento? Tu vida ha sido un camino fácil comparado con la mía.
Kokushibo se mantuvo impasible, su mirada fija en la oscuridad del sótano. Las palabras de Gojo resonaban en sus oídos, pero no lograban penetrar la muralla de orgullo y odio que había construido a su alrededor.
Gojo: Kokushibo, esto es tu última oportunidad. Habla sobre Muzan, o enfrentarás las consecuencias
La voz de Gojo era fría y cortante, pero Kokushibo solo esbozo un suspiro molesto
Kokushibo: consecuencias, ¿eh? ¿Qué más pueden hacerme? Ya he vivido más tiempo del que cualquier mortal podría imaginar
Gojo suspiró, su paciencia se agotaba
Gojo: Muy bien, Kokushibo. Si no quieres cooperar por las buenas, te obligaré
Antes de que Kokushibo pudiera reaccionar, Gojo desenvainó su espada. La energía maldita se sentía , creando una atmósfera opresiva. Los Cazadores de Demonios, que habían estado observando la escena con creciente tensión, se prepararon para intervenir
Gojo:¡Esperen! *Gojo alzó la mano, deteniendo a sus compañeros* No quiero lastimarlo más de lo necesario. Tanjiro, Inosuke, Zenitsu, Nezuko... Salgan de aquí y vuelvan a dormir
Los jóvenes Cazadores intercambiaron miradas preocupadas, pero obedecieron la orden de Gojo, uno por uno abandonaron el sótano, dejando a Kokushibo y Gojo solos. Una vez que estuvieron a solas, Gojo se volvió hacia Kokushibo
Gojo:Sabes, Kokushibo, me sorprende tu obstinación. Pensé que después de todo lo que has pasado, estarías deseando poner fin a este ciclo de odio
Kokushibo se burló
Kokushibo: ¿Poner fin al ciclo? Tengo todo el tiempo del mundo jamás envejezco
Gojo sacudió la cabeza con tristeza.
Gojo: No eres más que una sombra, Kokushibo, una sombra que se niega a desaparecer
Con esas palabras, Gojo guardó su espada y se sentó en una esquina del sótano. Se quedó allí en silencio, observando a Kokushibo, esperando que en algún momento, las palabras de verdad pudieran hacerlo reflexionar.
Kokushibo reflexióno y en una parte gojo tenía razón toda su vida solo ah perfeccionado sus técnicas y no recordaba la última vez que sintió el sol en su cuerpo recorriendolo
Gojo: Kokushibo *comenzó Gojo, su voz resonando en la mente de Kokushibo* sé que eres uno de los más leales sirvientes de Muzan Kibutsuji. Sin embargo, te propongo una alianza
Kokushibo, con su rostro impasible y su mirada penetrante, observó a Gojo con desdén.
Kokushibo: ¿Una alianza?
Gojo: Tu sabes que no soy un simple humano, Kokushibo *respondió Gojo con una sonrisa enigmática* Soy alguien que puede ofrecerte lo que Muzan nunca podrá la libertad
Kokushibo frunció el ceño. La libertad era un concepto ajeno para él, un guerrero que había dedicado su vida a servir a su amo que hasta olvidó su humanidad Sin embargo, las palabras de Gojo resonaron en su interior
Gojo: A cambio de tu ayuda e información, te prometo ayudarte a volver a ser un humano libre *continuó Gojo* Te daré una segunda oportunidad en la vida
Kokushibo se quedó pensativo. La idea era tentadora, pero traicionar a Muzan era algo que nunca había considerado.
Gojo: Y a cambio de tu ayuda *continuó Gojo* volverás a ser feliz
Kokushibo se quedó helado. La idea de derrotar a Muzan era algo que había anhelado durante siglos. Pero ¿podría confiar en Gojo?
Gojo: Kokushibo, la clave para derrotar a Muzan también está y reside en tu sangre
Kokushibo arqueó un ojo, intrigado.
Kokushibo: ¿Mi sangre? ¿Qué tiene de especial mi sangre?
Gojo: Tu sangre, al ser la de uno de los Doce Kizuki más poderosos, contiene una parte fundamental de la esencia de Muzan. Con ella, podemos crear un antídoto capaz de revertir los efectos de la demonización *explicó Gojo*
Kokushibo: Un antídoto... ¿para volver a los demonios humanos? *Kokushibo se quedó pensativo. La idea de una cura para la maldición que los ataba a Muzan era algo que nunca había considerado*
Gojo: Exacto *continuó Gojo* Si te unes a mi, juntos podremos poner fin al reinado de Muzan y volverás a tu forma original claro con mi ayuda y la tuya si pones de tu parte
Kokushibo lo miró fijamente, tratando de descifrar si las palabras de Gojo eran sinceras. Finalmente, asintió con la cabeza
Kokushibo: Muy bien. Acepto tu propuesta. Pero si me traicionas....
Gojo levantó una mano
Gojo: No te preocupes. Yo cumplo mis promesas no soy una escoria como ese tal Muzan
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Gojo se puso muy feliz de que por fin pudo convencer a kokushibo de trabajar y cambiar de bando y empezó a bailar y brincar de emoción olvidando las partes donde había golpeado a kokushibo hasta dejarlo casi muerto Pero como es un demonio no murió
Kokushibo: ¿Podrías dejar de hacer eso? Por favor me molesta
Gojo: No hay problema, intentaré convocar una reunión ahora vuelvo
Gojo sale del sótano dejando a kokushibo solo
Kokushibo: Imbécil espera no me dejes aquí este lugar de malas vibras
No hubo respuesta pues quedó solo de nuevo y se sentó en el piso mirando todos los pergaminos que lo mantenían débil
