La transformación

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Elías se miró al espejo y no podía creer lo que veía. Su reflejo mostraba a una mujer hermosa y de buen ver, con largos cabellos negros y ojos verdes brillantes. Se sintió confundido y asustado. ¿Qué había pasado?

Desesperado, Elías buscó ayuda en su vecina, Sophia, una chica de 22 años que siempre estaba sonriendo y disfrutando de la vida. Sophia era una fiestera, siempre salía con sus amigas y vivía el momento.

Cuando Elías le contó lo que había sucedido, Sophia se rió y le dijo: "¿Estás de broma? ¡Eres un hombre, Elías! ¡No puedes convertirte en una mujer de la noche a la mañana!"

Elías se sintió frustrado. ¿Por qué nadie le creía? Decidió hacer algunas pruebas para demostrar su identidad. Mostró a Sophia fotos de su infancia, documentos de identidad y hasta le enseñó su tatuaje de la universidad.

Sophia se divertía viendo las pruebas, pero aún no le creía del todo. "¿Y si esto es alguna especie de broma, Elías? ¿O una alucinación?"

Elías se sintió desesperado. ¿Cómo podía hacer que Sophia le creyera? Pero entonces, Sophia vio algo en los ojos de Elías que la hizo dudar. ¿Y si esto era real?

"Okay, Elías. Te creo. Pero debemos ir de compras, necesitas ropa de mujer para tu nuevo cuerpo"

Quiero ver cómo te las arreglas como mujer", le dijo Sophia con una sonrisa pícara.

Elías se sintió aliviado. Alguien finalmente le creía.

Faldas y tacones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora