capítulo 1

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Maria Victoria

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Maria Victoria.

Con lentitud me bajo de la limusina y el flash de las cámaras brilla en mi rostro. Con postura erguida y semblante seguro, avanzo por la alfombra roja. Los murmullos de la multitud se convierten en un zumbido ensordecedor, mientras una cantidad de reporteros y periodistas tratan de llamar mi atención. Pero no le dirijo la mirada a nadie; mantengo mi vista al frente con una expresión neutral.

__¡María Victoria! ¿Cómo te sientes esta noche? __grita uno de los reporteros, su voz cortando el aire como un cuchillo.

__¿Te atreverás a revelar algo sobre tu nuevo proyecto?__pregunta otro, con un tono insistente.

Siento el peso de sus miradas, pero sigo sin responder. En mi mente, una tormenta de pensamientos ruge: Nada de ello importa ahora. Solo debo llegar al final de esta pasarela.

Finalmente, escucho una voz familiar entre la multitud. Es Alejandro mi hermano menor, quien se acerca con una sonrisa burlona.

__¿Vas a ignorarlos todo el tiempo?__me dice en tono jocoso__ ¡Vamos, suéltales un secreto!

Apenas lo miro y me restrinjo a sonreír levemente.

__¿Y arruinar la sorpresa?__respondo, manteniendo mi tono ligero mientras sigo avanzando.

__¡Oh vamos!__exclama Alejandro__Seguro que puedes darles un pequeño adelanto. Algo que los deje intrigados.

__Si les doy un adelanto, ¿qué me darás a cambio?__le pregunto, disfrutando del momento.

__Prometo no hacerte bromas pesadas esta noche__responde él con una risa.

__Trato hecho__digo riendo suavemente mientras seguimos caminando.

La alfombra roja se extiende ante mí como un camino hacia lo desconocido, y aunque las luces brillan intensamente, en mi interior hay sombras que apenas empiezo a comprender.

Alejandro me ofrece su brazo, el cual acepto sin pensarlo mucho.

__Recuerda que estoy aquí para apoyarte en todo momento__me susurra con confianza mientras nos acercamos a la entrada del hotel donde se está organizando la celebración.

__Eso espero__respondo con una sonrisa__ Porque esta noche puede ser más complicada de lo que parece.

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Camino por el gran salón sonriendo como una estúpida muñeca, me acerco a la mesa de bocadillos y tomo una copa de vino. La acerco a mi boca con lentitud y me dedico a observar a mi alrededor con aburrimiento.

El sabor dulzón del vino invade mis papilas gustativas, y alejo la copa de mi boca cuando una mujer rubia se acerca a mí con porte de superioridad. La observo con una ceja alzada y luego aparto la mirada sin interés; al parecer eso no le agradó.

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⏰ Última actualización: Nov 12 ⏰

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