Dedicado a todas las que alguna vez soñamos con ser la novia de un vampiro.
Bloody Mary (Lady Gaga)
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George x Carlos
Por fin era octubre, el mes favorito de Carlos. El moreno desde que tenía uso de razón siempre le había emocionado las leyendas que le contaban sus abuelos y los padres de su mejor amigo cuando lo iba a visitar a México. El como decoraban las calles y se vestían de aquellos extravagantes y hermosos trajes.
Había dedicado su vida desde sus cortos cuatro años hasta la actualidad a indagar en el mundo de la fantasía y lo paranormal, buscando vampiros, hombres lobos, hadas, brujas —Las cuales él estaba cien por cien seguro que, si existían ya que, junto con su mejor amigo, habían terminado por accidente viendo un ritual la noche anterior a Halloween, por andar de metiches en pocas palabras— Le parecía fascinante todo este tema y el estaba empeñado en saber más.
Una fría noche de octubre, Carlos se encontraba ensimismado en su libro, la suave luz de su lampara le daba la iluminación necesaria para poder explorar cada palabra escrita, las velas estaban esparcidas por la habitación daban un ambiente más relajante al adolescente. De fondo sonaba una ligera canción rellenando la profundidad del silencio.
—Ostia, como me gustaría que fuesen reales. — Se lamentó Carlos al leer una de las frases de su libro, había descubierto que había desarrollado una fijación u obsesión con los vampiros estaba tan enamorado de Mark, el poderoso vampiro y guardián del protagonista. Deseaba poder entrar a la sopa de palabras e historia escrita por la que se había convertido en su autora favorita, para poder hacer realidad cada una de sus fantasías.
Su enamoramiento crecía con cada palabra, cada capitulo y cada acción que hiciera el ser místico, se emocionaba por la más mínima cosa que se sucediera o dijera. Estaba realmente obsesionado y se había encargado de comprar cada uno de los libros siguientes para poder encontrarlo en cada párrafo. Estaba tan ensimismado en su lectura que no se percató el movimiento rápido que se dio al otro lado de la habitación.
Una caricia fue dada en su cabello, un ligero toque, Carlos confundido levantó la vista pensando en que su madre lo había ido a buscar y que él no haya escuchado cuando entro, pero simplemente no vio a nadie. No había nadie, volvió a su lectura y de nuevo, sintió la misma caricia, con la misma suavidad, pero ahora en su espalda.
Mierda, se estaba asustando.
Decidió nuevamente en no darle importancia, debió ser solo su paranoia. Sin embargo, su cuerpo se congeló al sentir una fría mano enrollarse en su cuello y cortarle un poco la respiración. Un pálido rostro se asomó a su lado leyendo con cuidado cada palabra de la página expuesta del libro. ¿Qué mierda estaba pasando? Estaba comenzando a temblar. De nuevo, ¿Qué mierda estaba pasando?
