Ya se la saben, cada cap va con canción
Bury a friend (Billie Eilish)
Charlos.
Charles Leclerc no se considera alguien asustadizo, al contrario, estamos seguro de que si le dicen que van a invocar un espíritu él estaría más que feliz en ir.
Claro, nunca pensó que sus amigos se lo tomarán literal, ahora se encontraba sumamente emocionado caminando por los pasillos de una de las más glamurosas, viejas y abandonadas casas de las cuales su entrad es prohibida debido a la maldición que abarcan ellas.
Pues según se dice, todas esas viejas y abandonadas casas era un Magnate multimillonario, hombre es cuál era tan codicioso y egocéntrico, qué pacto con uno de los más despiadados demonios, pidiéndole que su fortuna se mantenga al igual que su belleza, claro cuando la gente se enteró en ese entonces donde el catolicismo reinaba fue quemado dentro de su casa y a pesar de que no murió, solo puede volver a su forma física en las noches de octubre.
Por lo que quién entra no vuelve a salir jamás, el caso más reciente fue hace un año, un joven adolescente llamado Lando Norris, quién al parecer se dejó engatusar por los intentos del avaricioso hombre Y desde ahí no se sabe nada del joven, dándolo por muerto...
¿Pero sabiendo todo esto, charles se detuvo? No, al contrario, quería demostrar su valentía e impresionar a Sergio, pero ¿qué paso? No tiene idea solo sabe que cuando se dispersaron e intento hacerse al lado de checo y Max, de repente todo desapareció...
Ahora no sabía por dónde andaba, pero tenía que salir antes de que el sol se pusiera, se estaba empezando a poner nervioso, por donde su vista pasaba no encontraba ninguna seña de salida, se sentía acorralado, no veía puertas ni ventanas. Charles corrió sintió poco a poco como una vibra pesaba crecía en la casa... Hasta que encontró una ventana, estaba cerrada y al intentar abrirla las mantas blancas se dispersaron junto al polvo.
—¡Mierda! Ya está de noche... — miro hacia abajo, ¿en qué momento subió al tercer piso? Estaba muy alto para saltar desde esa altura no lograría sobrevivir al impacto, pero antes de que pudiese pensar una manta blanca seguía flotando, charles se acercó lentamente, primer error.
Después tocó, segundo error.
Y cayo, pero no al suelo si no tapando una silueta, ¿quién era?
De esta, se levantó un hombre alto, su cuerpo musculoso lo recibió, de un exquisito color canela plasmado en su piel y de cabello castaño, demasiado exquisito para sus ojos. Al pararse correctamente la manta cayó al suelo dejando ver toda la anatomía del misterioso hombre, quien solo miraba a Charles con profundidad, pero a cambio de sentirse paralizado de miedo, se sentía... Excitado.
—Es muy tarde para estar acá, dulzura. — ¡Oh carajo! Su voz era tan gruesa. —Te estoy hablando.
—¡Ah!, si perdón, yo... Me perdí.