¡Me gustan tus ojos!
¡Ese brillo en ellos tiene algo que me hipnotiza, su brillo es único en el mundo!-Exclamó él esa noche, viéndola fijamente.
Entonces... Si tanto te gustan, ¿por qué les hiciste perder su brillo?... Prometiste que nunca lo harías. ¿Me mentiste? También dijiste que nunca lo harías.