Capítulo 8.- ¿Castigo o premio?

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Disclaimer: Los personajes de Hazbin Hotel no me pertenecen a su creadora VivziePop, A24, Bento Box Entertainment y Amazon. Este fanfic lo hice solo y únicamente como diversión.

Personajes: Alastor/Lucifer

Aclaraciones y advertencia: Racismo, omegaverse, ángeles y demonios sin género, Dios buen padre, Lucifer buen padre, violencia típica del canon y lo que se me ocurra.

Resumen: Lucifer decide tomas unas pequeñas vacaciones en la tierra junto con su pequeña hija de 5 años, en un mundo en la que impera el clasismo y racismo, conoce a un apuesto hombre de raza negra. ¿Podrá su relación prosperar?

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El árbol de manzano

Capítulo 8.- ¿Castigo o premio?

El regreso a casa fue más allá de lo incómodo. Tenso. Ninguno de los dos quería indagar en lo que sucedió horas atrás. Se habían vestido en silencio, aunque ninguno de los dos pudo evitar mirar al otro cuando creían que el contrario no se daba cuenta.

En cuanto a "Pedro", aunque Alastor pensó que el enorme reptil se iría en algún momento, pero, muy por el contrario, la criatura los siguió de camino a casa, custodiando al rubio y evitando que él se le acercara.

Aunque el alfa humano no apreciaba lo que el caimán estaba haciendo, sí que agradecía la distracción para el enorme elefante amarillo fosforescente en la habitación, algo que por lo visto ninguno de los dos estaba dispuesto a discutir.

Llegaron a la mansión en completo silencio. Como era muy temprano no se encontraron con mucha gente en la calle, lo que fue una suerte.

¿Como explicar el enorme lagarto caminando como un cachorrito al lado del enigmático Lucius Morningstar y su empleado, ambos con ropas arrugadas y con aspecto nada digno?

Pero la buena fortuna terminó nada más cruzar la puerta. Ava fue quien los recibió, gritando a todo pulmón nada más ver a "Pedro" detrás de su jefe.

—Ava, cálmese, asusta a Pedro —se quejó Lucifer mientras abrazaba al reptil por el cuello. Alastor frunció el ceño, confundido. Por alguna razón, parecía que el caimán actuaba como si de verdad le tuviera miedo a su madre, ¿era su imaginación?

—¿Yo? ¿asustarlo? —aquello era simplemente ridículo, ¿Cómo era posible que un lagarto de poco más de dos metros le tuviera miedo a ella?, ¿es que el Sr. Morningstar había perdido la cabeza?

Ava miró a su hijo que solo se encogió de hombros. Entonces, fue cuando captó algo que en un primer momento pasó por alto. El Sr. Morningstar y Alastor estaban desaliñados, pero no como lo estarían dos borrachos que pasaron la noche fuera, ella fue joven después de todo y sirvió a muchas personas como para ver las señales con claridad.

Ambos se habían vestido rápido, pero eso no era todo. Aunque una omega no tenía el olfato tan desarrollado como un alfa; a la distancia que se encontraba de ellos era capaz de captar el leve aroma mezclado.

Esos dos habían...

—¿Desea que llame al Sr. Samael para construir una casa adecuada para el joven Pedro? —dijo Alfons y bendito sea esta vez, ya que su intervención alivió un poco de la tensión que se había formado y hecho que Ava olvidara, al menos por ahora, sus sospechas.

—¡Oh! Suena maravilloso —exclamó Lucifer mientras frotaba la mejilla contra Pedro que parecía muy feliz de ser el centro de atención del rubio.

El alboroto no tardó en atraer la atención de Charlie, que quedó encantada con el caimán y por supuesto, el sentimiento fue mutuo. Lucifer reía al ver como su hija montaba a Pedro, que estaba feliz de servir como caballo para su nueva "hermana", Ava, por su lado, parecía aterrada de lo que el animal pudiera hacer a la niña. Alastor aprovechó la distracción para escapar a su habitación.

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