Quizás tú seas el correcto...

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Llevaba llorando tres días enteros. Me había puesto malísima, y estaba delirando todo el día. Llevaba esos tres días sin casi dormir, porque cada vez que lo intentaba pesadillas de Ethan besando a chicas sin rostro me aterrorizaban.
Todo lo que comía lo vomitaba, por lo que estaba adelgazando más y más.
Brook había estado conmigo todos estos tres días. Enteros. Siempre me ayudaba cuando tenía pesadillas o quería vomitar, y creo que ella había dormido aún menos que yo.
Y mi madre... Mi madre estaba igual. Llevaba todos estos días en casa sin ir a trabajar y sin quedar con Robert, ni nada.
Creo que se pelearon, pero no lo sé muy bien. Por ahora aplazaron la hora en la que vendrían los hijos de Robert a vivir aquí.
Estaba sufriendo demasiado. Había confiado en Ethan, y me había traicionado de la manera más rastrera que había. Además con Lindy. Creo que nunca había hablado con Lindy con nadie además de con mi madre.
Lindy era la peor chica que había conocido en mi maldita vida. No tenía corazón.
Cuando era pequeña, ella era mi peor enemiga. Siempre se metía conmigo junto con los demás compañeros del colegio, y supongo que eso fue lo que me hizo ser como soy ahora.
Me había insultado tantas veces que ya había perdido la cuenta.
Al principio me llamaba cosas estúpidas, tonta, estúpida, fea, y pocas cosas más. Luego empezó a separar a mis amigas de mí, y esas cosas. Y luego, mi primer novio. Jake. Con 13 años. Nunca olvidaré la escena de Jake besándose con ella en mi taquilla, nunca la olvidaré. Ahí me pase también mucho tiempo llorando, pero no tanto como con Ethan. A Ethan le quería de verdad, no le podía sacar de mi cabeza.
Sonó el timbre, y mi madre fue a abrir la puerta. Me imaginaba que era Brook, que se había ido esta noche a dormir un poco a su casa porque yo se lo había mandado.
Pero no, Brook no era.
Se empezó a abrir la puerta, y oí a Dan susurrar que si estaba despierta. ¡Dan! Quería gritar. Pero no me salía la voz.
Emití un murmullo que daba a entender que estaba despierta, y como pude encendí la lámpara de mi mesita de noche.
-Oh, Lucy...Mira como estás... -murmuró, acercándose a mi cama.
Puso su mano fría en mi frente, que estaba ardiendo, y me dió un escalofrío.
Emití otro gruñido y señalé mi garganta.
-Oh... ¿no puedes hablar? -dijo con tristeza. Negué con la cabeza.
Miró a la cama como pidiéndome permiso para tumbarse, y yo asentí levemente.
Se tumbó y me abrazó muy fuerte. Yo apoyé la cara en su hombro, y poco a poco fui quedándome dormida, pensando en que odiaba a Ethan, y en que quizás Dan fuera el correcto.

Hoooola :D
Hace un montón que no actualizo u.u
Aquí estoy :)

My life {editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora