Capitulo 4

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Berenice mantiene a su hermano protegido en un ricon rodeandolo con sus brazos y lo tranquiliza mientras ambos estan en la oscuridad bajo el suelo.

Berenice: Tranquilo, pequeño. Todo estará bien. Padre se encargara de esto.

Atreus: Berrie ¿Tienes alguna idea de quién podra ser?

Berenice: La verdad no.

Con Kratos.

Kratos abrió la puerta para ver quién lo estaba esperando. El hombre que estaba frente a él medía aproximadamente seis pies de alto. Comparado con Kratos, su físico era mucho más delgado y esbelto. Tenía una barba marrón con cuentas pero descuidada y un peinado peludo con melena de caballo con cuentas. El hombre no llevaba algo arriba, lo que le permitió a Kratos ver los tatuajes de runas nórdicas de color azul en su pecho y brazos, y estaba descalzo. Kratos podía ver que se trataba de alguien poderoso.

 Kratos podía ver que se trataba de alguien poderoso

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Forastero: Hmm. Creí que eras más grande. Pero sin duda eres tú. Estas muy lejos de casa, ¿Eh?

La voz del extraño era profunda y amenazante, y a pesar de que Kratos se alzaba sobre él, no se sintió intimidado en lo más mínimo.

Kratos: ¿Qué quieres?

Forastero: Oh, tú ya conoces la respuesta a eso.

Kratos: Lo que sea que busques, yo no lo tengo. Deberías marcharte.

El espartano no quiso extender más esta conversación y se dispuso a entrar en su casa. Pero el extraño le respondió con una risa burlona e ironica.

Forastero: Jajaja... Y yo que pensaba que los de tu clase era más civilizados. Mucho... mejores que nosotros, más inteligentes. Y aún así, te escondes en el bosque... como un cobarde.

Kratos podía percibir la burla y la arrogancia en el tono de ese hombre y podía ver que estaba tratando de provocarlo.

Kratos: Tú no quieres luchar conmigo.

Forastero: Oh... Pues te aseguro que sí quiero.

El extraño se acarició brevemente la barba y, con un rápido movimiento de la mano, le dio una bofetada a Kratos. El rostro del dios de la guerra comenzó a transformarse lentamente por la rabia y sus manos se convirtieron en puños, pero mantuvo la calma.

Kratos: Vete de... mi... hogar.

Esa fue su última advertencia.

El hombre se burló, con los ojos ardiendo de desafío.

Forastero: Tú... vas a tener que matarme para que eso pase.

Atacó con un gancho de izquierda, un jab en el estómago y un feroz uppercut. Al ver que Kratos seguía sin moverse, decidió seguir con una paliza más brutal e intentó un jab directo a la cara. Pero antes de que su puño pudiera aterrizar, Kratos lo atrapó. Giró el brazo de su oponente hacia un lado.

God of War: La hija de KratosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora