MIS OJOS NO PODÍAN creer lo que estaban viendo, por fin después de tantos intentos de hacerme esto y al fin pude vencer a mi subconsciente.Mi pelo completamente negro cayó por mi espalda, ne había despertado a las cinco y media para poder teñírmelo antes que mamá y Gustavo se levantaran.
Secármelo y volar al colegio, sin desayunar obviamente, la parejita se levantaba tarde porque claramente iba sola al colegio, total ya era mi último año en ese colegio choto.
No aguantaba ni un minuto soportando a los pajeros bobos que tengo como compañeros.
Quien sabe si iré al Bariloche, se que es solo una vez en la vida eso pero igual puedo ir montones de veces más, total no tengo amigas ni amigos, solo conocidos.
Ya iba a salir sin hacer ruido porque al fin se me había secado el pelo hasta que unos pasos me alertaron.
— Che gorda, vas a tardar? — la voz de mi mamá sonó al otro lado de la puerta
— Mami, estoy ocupada porque no usas el tuyo? — cuestione mientras buscaba desesperadamente una maldita goma para atarse el pelo
— Gustavo lo tapó, ayer comió comida picante con Evelio —
Resople al no encontrar algo para alzar mi pelo.
Sabes que no lo puedes ocultar para siempre tonta
Mejor dile la verdad ahora
Después será peor
Mira si te deja sin clases de piano por un mes?
NI CAGANDO
Agarre la manilla de la puerta y la abrí.
La cara de mi mamá estaba no pálida lo siguiente, pero de repente cambió su expresión a una de enojo absoluto.
— ¡¡ QUE MIERDA TE HICISTE CATALINA !! — Mierda que mamá me llame por mi segundo nombre es muy malo
— Bueno mamá ahora te interesa lo que hago? Desde hace seis meses que te casaste con Gustavo no haces ni al mayor caso —
— Eso no tiene nada que ver con eso Zoé, el color rubio te quedaba hermoso —
— Pero no era yo Mamá, odiaba el rubio y mil veces lo intenté y hoy por fin se dio —
— Te lo quitas ahora —