𝓒ap. 17

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Juliette

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Juliette

Por fin había llegado el fin de semana. Mi cumpleaños era mañana y mis padres ya estaban organizando todo. Mañana cumpliría 18 años y por fin sería legal para Tom.

Sí, me había dicho que no le dijera más "profesor". Mencionó que eso le recordaba aún más que lo nuestro no podía ser. De todas maneras, dijo que ya estábamos más en confianza, así que, como antes, podía decirle Tom (claro, mientras no estuviéramos en el colegio).

—Ya mañana es el cumpleaños de mi princesa hermosa —Mi madre me cogió de los cachetes y empezó a apretarlos.

—Auch —Me quejé, pues me apretaba muy fuerte.

—Déjala, mujer. La estás lastimando —Gracias a Dios mi padre habló y mi madre me soltó.

—Qué mal, hija. Mañana 18 años ya y no pudimos darte el hermanito que tanto querías —comentó mi madre un poco desanimada. Yo no quería nada, así estaba bien yo.

—Eso ya no es culpa nuestra, mujer. Ahí es culpa de la señorita aquí presente. Cada vez que queríamos concebirle el hermanito, ella entraba al cuarto y nos cachaba.

—¿Qué? —Volteé a verlos a los dos, sorprendida. Capaz ya no tengo, pero me arruinaron la infancia.

—Sí. ¿Te acuerdas la vez que agarraste el globo y lo rompiste? Pues no era un globo y era el único que me quedaba. Tu mamá y yo no pudimos hacer nada.

—¡Papá! ¿Yo por qué mierda querría saber eso?

—Ese vocabulario —Me regañó.

—Déjala. Mejor veamos lo de la decoración.

Mis padres se alejaron un poco y yo me quedé procesando lo que acababa de decir mi papá. O sea que esa vez que entré al cuarto no era una película, era porno en vivo. Qué traumas me acaban de generar.

Mi celular me sacó de mi trance porque empezó a sonar. Lo saqué de mi bolsillo y miré que era Tom. Antes de contestar, miré que mis padres no estuvieran cerca, pero de igual manera me alejé un poco.

Hola, mi amor —sonreí cuando escuché a Tom decirme así.

—Hola, mi amor —respondí, diciéndole de la misma manera que él a mí, aunque un poco más bajo para que no me escuchara nadie.

¿Estás ocupada? ¿Llamé en mal momento?

—Más o menos y más o menos también. Estoy ayudando a mis papás a organizar todo para mañana.

Oh, bueno, dejaré que continúes con lo que estás haciendo. Quiero hablar contigo, pero mejor avísame cuando estés libre, ¿bueno?

—Hmm... bueno. Oye, mi amor, ¿estás seguro de que podrás venir mañana?

Probablemente. Aunque no sé si sea raro.

—Para nada, de hecho sabes que fue mi papá que te invitó directamente. Además, también vendrá la profesora Carmen.

señor prohibido ; tom kaulitz ¡!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora